Para hacer bien su trabajo, consejera, ¿qué hace más falta, cabeza o corazón…? Si hablamos de Bienestar Social y Castilla-La Mancha, ¿qué ve en la foto…? Castilla-La Mancha es una región pobre y envejecida, con salarios y pensiones por debajo de la media española y con la población más dispersa de Europa… ¿Qué ha hecho el Gobierno en este año para cambiar esa situación y frenar el desamparo que dice que encontraron en los colectivos…?
No se pierda las respuestas a estas preguntas de Aurelia Sánchez, consejera de Bienestar Social de CLM, las puede leer en las próximas líneas y en la entrevista que publicamos íntegra en portada.
Para hacer bien su trabajo, consejera, ¿qué hace más falta, cabeza o corazón?
Ja, ja, ja… A veces las dos cosas son indisociables. Cuando hay que tomar decisiones difíciles siempre primo el corazón, la cabeza está para planificar, organizar y sentar las bases, pero cuando hay que hacer algo importante yo creo que siempre hay que hacerle caso al corazón. Ése es mi punto de vista y mi forma de trabajar.
Si hablamos de Bienestar Social y Castilla-La Mancha, ¿qué ve en la foto?
Yo vivo mucho el presente y miro al futuro, pero echando una mirada para atrás, se ve que hubo un momento de impulso muy importante para la construcción de todo el bienestar social de Castilla-La Mancha, pero después la manera de gestionar la crisis la ha pagado el bienestar social. Cuando este Gobierno llegó nos encontramos con que los colectivos nos daban la sensación de haber pasado situaciones de miedo y soledad y ahora tienen expectativas muy generosas. Ahora es un momento de tranquilidad y confianza, de normalización del bienestar social.
“LOS DOS FOCOS MÁS IMPORTANTES EN ESTOS 11 MESES HAN SIDO LA DEPENDENCIA Y LAS FAMILIAS EN SITUACIÓN DE POBREZA”
Castilla-La Mancha es una región pobre y envejecida, con salarios y pensiones por debajo de la media española y con la población más dispersa de Europa… ¿Qué ha hecho el Gobierno en este año para cambiar esa situación y frenar el desamparo que dice que encontraron en los colectivos?
Como hemos dicho en varias ocasiones, la ansiedad hay que gestionarla y hacerlo en positivo. Ahora mismo estamos recuperando el pulso de los servicios sociales y lo hacemos desde la participación, el diálogo y la profesionalización. En estos 11 meses vamos por la senda de la recuperación en todos los aspectos de la política social, con dos focos importantes que yo siempre destaco: la recuperación del sistema de dependencia y de las familias que peor lo están pasando y que atraviesan por situaciones de pobreza. Es donde más intensidad y esfuerzo se está haciendo en personal, programas y servicios. Ahora uno de los principios fundamentales de la política social es poner siempre a las personas en el centro. Hay que estar muy cerca y preguntar, porque en ese diálogo continuo te da un termómetro, un diagnóstico actualizado de la situación para poder ejecutar políticas realmente certeras.
¿Cuáles son las cinco prioridades de la Consejería de Bienestar Social?
Quiero dejar clara una cosa, que la política social va dirigida a todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, aunque es verdad que se atiende fundamentalmente a los más vulnerables. Pero también hay programas como el centro público de mediación familiar, donde se puede venir para que de forma consensuada se les haga un convenio regulador o una separación de mutuo acuerdo; están los puntos de encuentro familiar con el padre no custodio para que el niño pueda desarrollar su derecho a tener visitas con ambos padres…
“LOS DEPENDIENTES HAN SIDO LOS GRANDES DAMNIFICADOS”
Y en esa filosofía, ¿cuáles son las prioridades?
Por supuesto, recuperar el sistema de dependencia, porque los dependientes han sido los grandes damnificados. El pasado mes de julio nos encontramos 26.900 personas esperando una prestación y después de 11 meses hay 5.000 personas menos en el llamado limbo de la dependencia, yo creo que es un paso importante. En segundo lugar, las políticas que van dirigidas a familias cuando se encuentran en situaciones pobreza y más cuando tienen niños, no permitir que haya pobreza infantil. Luego tenemos otros colectivos prioritarios, como son las personas mayores y qué necesitan; las personas con discapacidad, que también han aumentado su esperanza de vida y sobreviven a sus padres; y en quinto lugar los grandes olvidados, los menores que no pueden tener protección de sus familias y tienen que ser tutelados por la administración.