Jilgueros cazados en redes japonesas, tarabillas untadas con pegamento en un método realmente cruel… Son las consecuencias del furtiveo para la captura de aves silvestres en Castilla-La Mancha. El último ejemplo, el jilguero que tienen en la imagen, protagonista durante las últimas horas.
El jilguero quedó atrapado en la red japonesa, pero ha sobrevivido.
La imagen del jilguero es significativa, pero por fortuna no fallecerá y ya ha vuelto a ser libre. Así, de esta guisa, se lo encontraron los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha hace pocas horas en una zona de la región, cuando había quedado atrapado en una red japonesa, cuya utilización solo se autoriza por motivos excepcionales y científicos. Y es que el furtiveo en la región se cobra, sobre todo en esta época, numerosas aves silvestres debido a las prácticas ilegales de los desaprensivos.
La lacra que no para.
Animales jóvenes que salen de los nidos y que tienen querencia por las zonas húmedas, que son atrapados bien para tenerlos como objetos de colección en casas particulares o incluso para comérselos, tal y como han confirmado fuentes de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM CLM) a encastillalamancha.es.
Además de las redes japonesas ilegales, también se utiliza un método cruel para cazarlos, como es el pegamento que untan en zonas de querencia de las aves, donde acuden para comer o beber, para que se queden pegados y sufran una tortura inimaginable porque no pueden volver a retomar el vuelo.
Acciones que pueden llegar a ser consideradas delitos contra la fauna en el caso de que las víctimas sen especies protegidas.
Tarabilla común muerta pegada en liga.