Declarado parque nacional desde el año 1987, el Hayedo de Tejera Negra de Guadalajara, en plena Sierra de Ayllón y con una superficie de 1.641 hectáreas, ofrece uno de los paisajes más bonitos de la geografía regional.
Es el último hayedo del sur de Europa, con una extensión de esta masa forestal que se acerca a las 400 hectáreas y que ha sobrevivido a la obtención de leña y a la roturación para crear pastos gracias a su localización en lugares inaccesibles. Además de las hayas, algunas con más de 300 años, estos bosques guardan melojos, pinos silvestres, tejos, acebos y abedules. Destaca, igualmente, la gran variedad de hongos que crecen aquí gracias al microclima que alimentan los ríos Lillas y Zarzas.
Por sus cielos surcan el águila real, el milano real y el azor y sobre tierra corzos, zorros, gatos montesese, jabalíes…
Hoy por hoy es uno de los grandes tesoros de la biodiversidad de Castilla-La Macha, con una explosión de color que llega a su máxima expresión durante los meses del otoño.
Es un marco ideal para practicar senderismo. Los amantes de la naturaleza disponen de dos rutas circulares: la senda de Carretas (seis kilómetros) y la senda del Robledal (17 kilómetros) . Otra más, también de carácter circular, se puede hacer en bici para llegar al río Zarzas (21 kilómetros). En estos paseos el turista puede descubrir una reproducción de las antiguas carboneras que se usaban para sacar carbón.
Desde el año 1994 cuenta con un Centro de Interpretación, ubicado a dos kilómetros de Cantalojas, que fomenta la educación ambiental y la sensibilización sobre su protección.