Las obras de reforma y modernización del bloque quirúrgico del Hospital Santa Bárbara de Puertollano, programadas por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), han comenzado ya y se desarrollan según el plan de trabajo previsto.
La Consejería de Sanidad ha invertido en estas obras más de 250.000 euros, según ha informado hoy en nota de prensa el Gobierno regional.
Las actuaciones consisten en dotar a las unidades de cuidados intensivos y de reanimación de sistemas de alimentación eléctrica ininterrumpida y en reformar completamente el quirófano cinco, y por otro lado se sustituirán buena parte de los falsos techos de la zona donde se ubican los otros cuatro quirófanos y del anillo perimetral.
Las obras, que deberán concluir antes del 15 de septiembre, no entorpecerán el funcionamiento diario del centro, según premisa que se ha indicado a las empresas adjudicatarias de la obra.
Para cumplir estas condiciones, los técnicos del hospital han diseñado un plan de trabajo con circuitos de acceso, ascensores y pasillos separados para los profesionales sanitarios y pacientes, y los trabajadores y materiales de obra, que permite mantener operativos durante la semana tres quirófanos para llevar a cabo las intervenciones programadas.
Esto ha obligado a separar también la zona en la que se están desarrollando las obras del área quirúrgica y a adoptar medidas para evitar una posible contaminación, con un aislamiento completo de la zona.
Así se hizo el pasado viernes, cuando comenzaron las obras: lo primero fue aislar la zona de trabajo, incluido el espacio por encima de los falsos techos, y a continuación se limpió él área quirúrgica y comprobaron sus condiciones con un medidor de partículas; acto seguido se sellaron las posibles fugas en el aislamiento y se volvieron a evaluar las partículas en suspensión.
Hasta que el medidor no corroboró la ausencia de contaminación no comenzaron los trabajos de desescombro ni las intervenciones quirúrgicas.
Según ha explicado el gerente del Área Integrada de Puertollano, Cesáreo Peco, esta forma de proceder se repetirá con las otras tres fases en las que se han dividido las obras, ya que cada fase comenzará siempre en fin de semana, que es cuando menor actividad hay en el hospital.
El lunes se practicará una segunda medición y, una vez certificada la estanqueidad del aislamiento, obreros y personal sanitario podrán desarrollar su trabajo con normalidad.