El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la anulación del proyecto de construir una autovía entre Toledo y Ciudad Real conectándola con la Autovía de los Viñedos que ya invalidó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) «por su grave afección a la naturaleza en los Montes de Toledo». El Gobierno de Castilla-La Mancha recurrió en marzo de 2015 la sentencia del TSJCM, pero en una sentencia notificada hoy el Supremo no acepta sus argumentos y señala que la valoración de las pruebas realizada por el tribunal castellano-manchego no fue arbitraria, como alegaba el recurrente.
«No apreciamos indefensión, arbitrariedad o utilización de criterios erróneos», dice el Supremo, en contra de lo argüido por el ejecutivo castellano-manchego.
El recurso también apuntaba un segundo bloque de argumentos: negaba la existencia de menoscabo o alteración medioambiental significativa y proponía una alternativa, además de destacar la multitud de compensaciones previstas.
El Supremo no puede encontrar que la valoración distinta de estos criterios que ha hecho el TSJCM deba ser corregida.
«Las razones de interés público de primer orden» que alega el recurso en contra de la sentencia que anuló el trazado no tienen tal carácter, considera el Supremo.
«Es cierto que el recurso hace referencia a una serie de razones relacionadas con la mejora de la comunicación vial entre dos importantes ciudades de Castilla-La Mancha, como son Toledo y Ciudad Real», reconoce el alto tribunal en su sentencia. Pero ello no es suficiente como para autorizar el trazado, añade.
En su sentencia el TSJCM consideró que el trazado propuesto perjudicaba a los Montes de Toledo y a especies amenazadas como el lince ibérico o el águila imperial, que motivaron que esta zona fuera designada como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
Asimismo el tribunal tuvo en cuenta la declaración de impacto ambiental negativa que había obtenido el proyecto de la autopista de peaje Toledo-Ciudad Real-Córdoba.
El tribunal consideró también que se vulneraron normas ambientales como la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, ya que existían trazados alternativos que causaban menor impacto ambiental.