¿A qué se refería el número dos del PSOE castellano-manchego, Jesús Fernández Vaquero, cuando ha mencionado en su rueda de prensa de hoy una misteriosa cena que nunca llegó a celebrarse con algún dirigente del PP en Lunes Santo?
Hablaba, ni más ni menos, de la «última cena». Una cita que nunca llegó a celebrarse, porque se suspendió 15 minutos antes de que diera comienzo.
Todo estaba previsto para el 2 de abril, Lunes Santo. El consejero de Presidencia, Administraciones Públicas y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban; el presidente de las Cortes y secretario general del PP en la región, Vicente Tirado; y el secretario de Organización del PSOE, Jesús Fernández Vaquero, habían quedado a las 21.30 horas para cenar en el toledano restaurante de «Venta de Aires».
El encuentro se había fraguado días antes para seguir avanzando en aspectos de la política regional que ya habían formado parte de otras conversaciones y sobre los que quedaban flecos, algunos importantes y muy lejanos al acuerdo. Desde luego había que hablar sobre la ley electoral, un tema en el que el PP había dado a entender sus intenciones y el PSOE mostrado su rechazo, pero sin que se diera por terminado el asunto. La mesa continuaba abierta…
A las seis de la tarde la cena se confirmó desde la Presidencia de las Cortes mediante una llamada telefónica a Vaquero. Cuando el número dos socialista estaba a punto de llegar a «Venta de Aires» le sonaba de nuevo el teléfono. Esta vez el interlocutor era Leandro Esteban, que le comunicaba que se veían obligados a desconvocar la cena por un imprevisto.
Fuentes del PP han negado a encastillalamancha.es que el motivo de la suspensión fuera el de no avanzar al PSOE sus intenciones de presentar el Miércoles Santo una proposición de ley electoral que reforma la vigente saltándose la negociación abierta.
Pero los socialistas no se lo creen y consideran un golpe bajo que en medio de unas conversaciones y con una cita convocada, ésta se suspendiera y menos de 48 horas después se presentara una ley de la trascendencia de la electoral sin comunicárselo a la otra parte, al mediodía de un Miércoles Santo, a las puertas de las vacaciones de Semana Santa.
Lo cierto es que en estos momentos los puentes de diálogo entre PP y PSOE están rotos en Castilla-La Mancha, algo que nunca había sucedido entre los protagonistas de la «última cena», quienes siempre mantuvieron relaciones más allá de los conflictos entre ambos partidos.
Además, en el PSOE no parece que haya intención de retomar ningún diálogo hasta que la presidenta del Gobierno, María Dolores de Cospedal, reciba al secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page, quien le solicitó una entrevista nada más resultar elegido en el cargo a finales de febrero para tratar de llegar a acuerdos en materia de política del agua, crecimiento económico y empleo en Castilla-La Mancha.