Las máquinas pensantes están cada vez más cerca y buena muestra de ello nos la presenta Felipe Beteta, de Pedro Muñoz (Ciudad Real), que está ideando un robot para la poda eléctrica de la viña llamado Trimbot.
Felipe cuenta a encastillalamancha.es todos los detalles del proyecto de su equipo y cuando podría estar en el mercado.
Felipe Beteta, creador del robot automático de poda durante la entrega de premios de Caja Rural CLM.
La gente que conoce el campo sabe lo costoso que es la poda de la viña. Felipe Beteta y su equipo, formado por otros cuatro ingenieros más, están diseñando un robot para podar las viñas y evitar ese laborioso trabajo a los agricultores.
La tarea no es sencilla, el robot tiene que tener claro qué ramas tiene que cortar, de ahí que utilice «unas redes neuronales» que se engloban dentro de la inteligencia artificial. Esto es como una «especie de cerebro» que se puede ir entrenando y enseñando. Va aprendiendo a base de repetir muchos ejemplos en los que él va encontrado patrones. Como dice Felipe, «las personas también aprendemos así, lo que pasa es que no nos damos cuenta». Con este sistema el robot aprende a dejar las ramas más productivas de la viña.
Este vanguardista invento es toda una revolución tecnológica; la inteligencia artificial cada día va dando pasos y, según nos indica Beteta, de aquí a 20 años estas máquinas pensantes llegarán a todos lados. El entramado tecnológico de Trimbot hace que se esté «rompiendo una barrera tecnológica», la que supone hacer que un robot pueda tomar decisiones por sí misma.
Trimbot fue premiado por el proyecto Lazarus de Caja Rural CLM. En concreto, recibió la distinción de Proyecto Más Innovador. Además, fue recompensado con 3.500 euros en metálico más la posibilidad de continuar dos años con la lanzadera de Caja Rural CLM, que se dedica a la creación y aceleración de empresas innovadoras.
EL PRODUCTO PODRÍA ESTAR EN EL MERCADO A FINALES DE 2017
Felipe Beteta cree que en un par de meses podrían tener el prototipo listo. Después habría que ir mejorándolo y optimizándolo para que haga la mejor poda posible. A finales de 2017 estaría el producto definitivo para empezar a comercializarlo.
Este robot puede suponer una auténtica revolución en el mundo de la poda. Según las estimaciones del equipo de Trimbot, podría ahorrar entre un 60 y 70 por 100 del gasto que supone el desmoche de la viña para los agricultores.