La exposición «La poética de la libertad», que ha abierto sus puertas en la Catedral de Cuenca hasta el 6 de noviembre y que tiene como principal reclamo la obra del artista chino Ai Weiwei, convierte a esta ciudad en el epicentro cultural de la región, dentro del IV Centenario de la muerte de Cervantes.
«La poética de la libertad» son tres exposiciones reunidas en una: además de la obra «S.A.C.R.E.D.», de Ai Weiwei, que refleja el cautiverio en China del artista a través de dioramas encerrados en grandes cajas de metal, se incluyen «Cervantes y la libertad», que analiza este concepto a través de la obra del autor del Quijote, y «Alta Expresión», en la que se recoge obra de informalistas como Luis Feito, Martín Chirino o Rafael Canogar, retratados además con fotografías de Juan Barte.
En ella se recoge también, según la organización, la lucha de estos autores durante el franquismo para «romper el cautiverio ético e intelectual de su época».
«La poética de la libertad» ha incorporado a última hora tres obras de los años 60 de Antonio Saura (Sudario XII), Fernando Zóbel (Villar del Horno) y Gustavo Torner (Elegía), tres artistas íntimamente relacionados con Cuenca, donde residió el primero y donde los otros dos crearon el Museo de Arte Abstracto Español hace ahora 50 años.
Al respecto, la directora de Eulen Art, Carmen Olivé, considera que estas tres obras completan un «magnífico mosaico» junto al resto de informalistas, y ha defendido que las tres exposiciones «hablan sobre la libertad de forma combativa».
Sobre los informalistas, ha resaltado que se trata de artistas que buscan «una nueva forma de expresión en una época en la que las vanguardias tenían difícil que la lucha por la libertad triunfara de forma significativa».
La Catedral de Cuenca, el primer templo gótico del país, ha prestado sus espacios para la muestra, como el claustro en el que se ha encerrado en un gran cubo de metal la obra de Ai Weiwei, o la sala capitular donde se ubica la obra de los informalistas.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha destacado en la inauguración que «sin la Catedral y sin Cuenca el artista Ai Weiwei no estaría exponiendo aquí», y ha rechazado que la exposición pueda ser «provocadora o controvertida» para un recinto religioso.
También el vicario general de la Diócesis de Cuenca, Antonio Fernández, que ha intervenido en nombre del obispo José María Yanguas -que está en Polonia con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud-, ha admitido que «faltaría a la verdad si dijese que ha sido fácil, pero se ha demostrado que cuando hay buena voluntad, lealtad y deseos de colaborar los resultados son muy positivos».
Por su parte, el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, ha confiado en que la muestra sea un éxito para la ciudad, y ha recordado los más de 300.000 euros que ha invertido el Consorcio del Real Patronato en mejorar la iluminación de la Catedral de cara a la exposición.
En el acto ha intervenido también el diputado por Cuenca, y ministro de Justicia y Fomento en funciones, Rafael Catalá, que ha opinado que esta muestra debe ser un espacio para la reflexión y ha hecho numerosas alusiones a Cervantes y al Quijote
La exposición, que estará hasta el 6 de noviembre en Cuenca, pretende convertirse en un revulsivo para atraer turismo a la ciudad, en el vigésimo aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad, con la que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha espera alcanzar la cifra de 200.000 visitas.