El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado hoy que en las próximas semanas, va a «intentar llegar a acuerdos» con los sindicatos y agentes sociales para encarar el presupuesto 2017, una tarea cuyo éxito dependerá en buena medida de que, al menos, Podemos «los apruebe».
Si Podemos no aprueba el presupuesto, ha advertido, «habrá un parón en la recuperación social de la comunidad autónoma sin discusión alguna», ha señalado el presidente autonómico durante la rueda de prensa que ha ofrecido en la capital guadalajareña para informar sobre el plan funcional del nuevo Hospital de Guadalajara.
El presidente regional ha reconocido que en un solo año, «y con los mismos mimbres financieros» que encontró el actual Gobierno castellano-manchego, ha sido capaz de reorganizar las prioridades y establecer otros conceptos presupuestarios, de tal manera que, a su juicio, le han dado «una vuelta brutal» a la región y a su situación.
Buen ejemplo de ello es, a su modo de ver, la gestión sanitaria en este primer año, en la que «con dificultades y un camino inmenso por recorrer todavía», se han «rebajado notablemente» las listas de espera.
Además, ha resaltado que se han iniciado las obras de los nuevos Hospitales de Cuenca y Toledo, se han comenzado las obras de mejora y ampliación de los de Hospitales de Albacete y Guadalajara, y está «muy avanzado el Plan Funcional del futuro Hospital de Puertollano», unas inversiones «que no van a someterse a los altibajos presupuestarios», ha garantizado el presidente.
En este sentido, ha reiterado su intención en el presupuesto de 2017 se puedan subir «cuatro escalones» en la recuperación de muchos de los servicios planteados en el primer año de legislatura.
Para García-Page, es entendible que la gente desee un avance «mucho más rápido» de la recuperación, pero es necesario plantear una perspectiva «realista y sensata», especialmente con el escenario financiero que plantea Madrid «y con una recuperación económica que está griposa en estos momentos».
A ello hay que sumarle la caída de los ingresos por efecto de la modificación fiscal realizada por el Ministerio de Hacienda, una medida que, a juicio del presidente, se realiza «para ganar cuatro votos», a pesar de que la rebaja el IRPF «lo que está haciendo es afectando la financiación de las comunidades autónomas, que participan proporcionalmente del IVA y del IRPF, y sin haber consultado».