Cuarto partido de pretemporada del CD Toledo y el equipo comienza a recordar al de la pasada campaña. Enfrente tenía a un recién ascendido a Primera División que, pese a una buena primera parte, se vino abajo con el carrusel de cambios de la segunda. Martín en el 56 adelantaba a los leganenses y Pablo González desde más de 35 metros empataba el encuentro a 10 para el final.
Comenzaba el encuentro en El Salto del Caballo con muchísima intensidad, pese a que todavía estamos en pretemporada. Ambos equipos salieron con hambre. El Leganés plantó sus líneas muy altas y Alcolea tenía serios problemas para sacar la pelota jugada desde su puerta.
El duelo entre el central toledano Adrián y el delantero toledano que viste la elástica del Leganés, Guerrero, era de lo más interesante en los primeros minutos. El propio Guerrero y Gabriel, muy activo, gozaron de algunas ocasiones que no pudieron materializar. En la mejor, un disparo cruzado de Gabriel, Alcolea tuvo que emplearse a fondo y, con una gran parada evitó que se adelantaran los visitantes. Pero el meta local, no pudo aguantar mucho sobre el terreno de juego porque sufrió un pisotón y tuvo que ser sustituido por Chema en el minuto 30.
En los locales Javi Gómez, hiperactivo, tocando todas por alto y buscando continuos desmarques, era el mejor del Toledo. Tras un gran pase suyo, el joven Villa no pudo llegar a rematar en la mejor jugada de los toledanos en la primera parte.
EL CARRUSEL DE CAMBIOS LE SENTÓ MEJOR AL TOLEDO
Llegó el segundo tiempo y Asier Garitano, el entrenador del «Lega», sacó un equipo nuevo, pero por lo demostrado, con menos garantías que el de la primera parte. Aun así, en un claro despiste de la zaga local, tras un balón parado colgado al área, había hasta tres jugadores del Leganés que se plantaron solos ante Chema, que repelió un primer disparo, pero en el rechace A. Martín no perdonó y adelantó a su equipo en el minuto 56.
El CD Toledo fue creciendo según avanzaban los minutos, sobre todo por una figura, la de Pablo González. El ex del Huesca, que ya estuvo con los toledanos la temporada pasada y que acaba de volver al equipo, supuso todo un revulsivo para los de Onésimo tras su salida al campo en el descanso. Con descaro, no paraba de intentarlo una y otra vez, hasta que encontró su premio. En el minuto 82, Pablo vio adelantado al guardameta Serantes y con un chupinazo a modo de vaselina le logró batir desde más de 35 metros. El balón entró lamiendo la escuadra, empate, pero el Toledo quería más. Estuvieron achuchando en los minutos finales, sobre todo con Expósito y el propio Pablo como protagonistas.
Al final no logró el Toledo más premio pero, aun así, empiezan a recuperar las sensaciones de toque y buen juego con el que deslumbraron el año pasado. Un empate frente a un equipo de primera que sabe a victoria. Los leganenses tendrán que mejorar y conseguir algunos fichajes de última hora para completar su plantel de cara a medirse con los mejores equipos del mundo en la Liga Santander.