Las familias de Laura del Hoyo y Marina Okarinska, las dos jóvenes de Cuenca asesinadas hace hoy un año, han agradecido las muestras de cariño recibidas desde entonces y han pedido justicia, en el acto de homenaje celebrado en el Paseo del Huécar, donde ha quedado instalado un memorial en su recuerdo.
El sentido abrazo de las madres de las jóvenes ha dado comienzo a este acto al que han asistido unas trescientas personas, entre ellas los familiares y amigos de las jóvenes, y se ha descubierto el mosaico realizado en su memoria, de casi cuatro metros de diámetro similar al ‘Imagine’ que hay en el Central Park de Nueva York (Estados Unidos) en memoria de John Lennon.
Son más de 27.000 piezas en granito negro y mármol blanco, donde están inscritos los nombres de Laura y Marina, y junto al que hoy se han depositado rosas blancas en memoria de las jóvenes, mientras que el cuarteto de viento Ensemble Tercer Milenio interpretaba un Ave María.
La madre de Laura del Hoyo, María Chamón, ha dado las gracias por estar tan arropados por los conquenses y ha leído un poema, y las dos hermanas, tras destacar la bondad de Laura, han pedido que se haga justicia con el presunto asesino, Sergio Morate.
Por primera vez ha hablado en público la hermana de Marina, quien ha señalado que hasta hoy no habían tenido fuerzas para ello.
Al emotivo acto celebrado en el lugar donde fueron encontrados los cuerpos han asistido también representantes de todos los grupos políticos, entre ellos el vicepresidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro.
El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, ha pedido que este lugar sirva para recordar la memoria de las víctimas y sensibilizar a la sociedad contra esta lacra social.
«Han sido dos asesinatos viles y cobardes que nos dejan dolor y rabia», pero sus muertes «no serán en vano», ha afirmado Mariscal.
Fue hace justo un año, el 6 de septiembre de 2015, cuando las dos amigas quedaron después de comer para recoger unos enseres personales de Marina, expareja de Sergio Morate, en casa de éste.
Esa noche, ante la falta de noticias de sus hijas, los padres denunciaron la desaparición en la Comisaría de la Policía Nacional, y los padres de Morate también denunciaron que su hijo estaba en paradero desconocido, de modo que se pensó en un primer momento que se podría tratar de «una huida de fin de semana».
Sin embargo, la ciudad se inundó de carteles con las fotos de las jóvenes, y familiares y amigos, junto con policías, realizaron batidas en las inmediaciones de la ciudad.
SEMIENTERRADAS EN CAL VIVA
Fue el miércoles 12 de agosto cuando mientras la familia y cientos de personas de la ciudad de Cuenca se concentraban en la Plaza de España pidiendo respuestas, trascendió que dos cadáveres habían aparecido semienterrados en cal viva cerca de una poza en el río Huécar, que posteriormente fueron identificados como los de las chicas.
En ese momento, Morate ya estaba en paradero desconocido, pero un día después, el 13 de agosto, fue detenido en Rumanía.
Al día siguiente, cuando se celebró el funeral por las jóvenes, se supo, según la autopsia, del «carácter violento» de sus muertes.
Hasta el 5 de septiembre Morate no regresó a España y tras comparecer de madrugada ante el juez de guardia, éste decretó prisión sin fianza para Morate, con antecedentes por retener a una exnovia.
Desde entonces sigue encarcelado en la cárcel madrileña de Estremera a la espera de juicio.