La relación entre el cine y Guadalajara no es nueva ya que tanto la provincia como la capital han sido escenario de rodajes tan míticos como el ‘Espartaco’ de Stanley Kubrick allá por los setenta, pero en la última década el número de grabaciones de filmes, series y anuncios se ha disparado.
En el recuerdo queda aquel rodaje de Kubrick en la zona de Iriépal, ‘La tía Tula’ de Miguel Picazo, en Brihuega, Cívica y Guadalajara, o ‘El lute’, de Vicente Aranda (1988), pero ha sido en los últimos años cuando el número de grabaciones ha aumentado, sobre todo en la capital.
Entre 2007 y 2016 se contabilizan más de medio centenar de rodajes en la ciudad de Guadalajara, según datos del Consistorio, que es el encargado de las correspondientes licencias.
Películas como ‘Mortadelo y Filemón’ (2007), ‘Fuga de cerebros’ (2009), ‘La voz dormida’ (2012), ‘Prim’ (2013); series como ‘Águila Roja’ (TVE) o ‘Hermanos’ (Telecinco), y anuncios de marcas como Nissan, Cerveza Amber, Renault o Seguros Caser, entre otros muchos, han tenido como escenario diferentes puntos de la capital alcarreña.
La antigua cárcel, el Palacio del Infantado o el Fuerte de San Francisco -antiguas dependencias de Defensa- y espacios comunes como la estación de autobuses o la Calle Mayor pueden identificarse en numerosas escenas del cine y la televisión.
Esta actividad ha ido in crescendo en los últimos años, en parte por el boca a boca dentro del propio sector como reconocía hace poco el productor ejecutivo de la serie ‘Víctor Ros’ (TVE), Emilio Pina, que está rodando todo el verano su segunda temporada en el Fuerte de San Francisco.
«El Fuerte de San Francisco es un espacio con muchas posibilidades. Lo conocimos con el rodaje de ‘El Tiempo entre costuras’ y luego rodamos también ‘Apaches'», ha dicho Pina de este lugar que les permite rodar a un paso de Madrid y en un espacio amplio.
El director de arte Koldo Vallés ha convertido el espacio en auténticos lugares del Linares de 1889, época en la que se ubica la segunda temporada de ‘Víctor Ros’.
Este rodaje ha coincidido en el tiempo, aunque no el lugar de grabación, con la película ‘El expediente’, de Paco Plaza, que eligió como localizaciones, la semana pasada, unas calles y un bar del centro de la ciudad para ambientar los años 80, mientras que en la calle Mayor se rodaba un documental sobre Miguel Picazo, director de cine vinculado a Guadalajara.
Esta actividad audiovisual supone una inversión indirecta en la ciudad que repercute en la hostelería, los alojamientos, los servicios de mantenimiento, electricidad y carpintería e incluso los extras y actores, además de los ingresos por tasas al Ayuntamiento, explica a Efe el vicealcalde de Guadalajara, Jaime Carnicero.
El Consistorio no tiene contabilizados todavía los ingresos que esta actividad reporta a la ciudad, aunque trabaja en la elaboración de un estudio para estimarlo ya que, como en el caso de los eventos deportivos, la capital alcarreña se está afianzando como un «gran plató al aire libre», señala Carnicero.
El vicealcalde destaca las grandes posibilidades de ubicaciones y decorados que tiene la ciudad y añade que los propios profesionales dicen que es «muy fácil trabajar porque encuentran ayuda de la Policía Local a la hora de cortar o no una calle al tráfico» y en la obtención de licencias (10 o 15 días) y su coste, que es «bastante inferior» a otros lugares.
«Entiendo que es un compendio de razones técnicas, administrativas y económicas», enumera Carnicero, quien resalta que el Consistorio intenta poner las máximas facilidades a lo que se une su cercanía a Madrid.
En su opinión, la mejor promoción de la ciudad como un lugar atractivo para el sector audiovisual se resume en «no poner dificultades» a la actividad económica.
Ejemplo han sido las modificaciones del alumbrado general en el entorno de el Fuerte de San Francisco, donde se sectorizó la zona residencial las y naves donde se rueda, «lo que permite una libertad en el rodaje a la hora de apagar la luces según las necesidades», indica.