El matador toledano, de 21 años, cortó dos orejas y logró salir a hombros en la segunda corrida de la feria que se celebra estos días en Pontevera.
El rejoneador Diego Ventura y el matador de toros Álvaro Lorenzo cortaron dos orejas cada uno y salieron a hombros en el segundo festejo de la feria de la Virgen Peregrina de Pontevedra, en el que Alberto López Simón también obtuvo un trofeo.
FICHA DEL FESTEJO
Dos toros para rejones de los herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, nobles y colaboradores, y cuatro en lidia ordinaria de Torrehandilla, aceptablemente presentados, dóciles y mansurrones.
El rejoneador Diego Ventura, oreja y oreja.
Alberto López Simón, oreja y ovación.
Álvaro Lorenzo, oreja y oreja.
La plaza registró más de media entrada en los tendidos.
EL QUE NO FALLA Y EL QUE PIDE SITIO
Álvaro Lorenzo, que volvió a hacer un paseíllo desde la tarde de su alternativa, allá por el mes de mayo, demostró hoy en Pontevedra que está capacitado para funcionar. El joven toledano llevó a cabo dos faenas en las que el temple, el gusto y el asentamiento fueron las armas principales para lograr una oreja de sendos astados de su lote. Muy buena imagen dejó Lorenzo en el coso pontevedrés.
López Simón solo pudo aprovechar a su primero, toro noble y sin raza al que toreó con mucha soltura y desparpajo por el pitón derecho. El quinto, en cambio, fue el toro más deslucido de la función por su manifiesta invalidez. El madrileño no pudo pasar de voluntarioso.
Abrió cartel el rejoneador Diego Ventura, que aprovechó el rebufo de su gran triunfo de la víspera en Gijón para protagonizar hoy en Pontevedra otra buena y exitosa actuación.
Gustó mucho el hispanoluso en su primero, en el que destacó montando a «Fino» en galopes y banderillas y, sobre todo, con «Ritz» poniendo las cortas. En el cuarto volvió a hacer Ventura una exhibición de toreo a caballo, esta vez a lomos de «Sueño» y «Roneo» con las farpas y con «Remate» en un final de altura. Cortó una oreja de cada uno de sus oponentes y abrió la puerta grande.