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Por la falta de lluvias, calor y enfermedades 19/08/2016junio 7th, 2017

La Sectorial Vitivinícola de Asaja de Castilla-La Mancha ha estimado a la baja las previsiones iniciales de producción de vino y mosto para la próxima vendimia, debido a la falta de lluvias, altas temperaturas y enfermedades.
Así, según valoró en su reunión de ayer la Sectorial en la localidad ciudadrealeña de Tomelloso, la vendimia será similar o ligeramente inferior a la campaña pasada en que se alcanzaron los 23 millones de hectólitros.

Esta revisión a la baja se produce después de constatar las deficiencias en floración y en cuajado que se han producido tanto en variedades tintas como blancas, afectando, principalmente, a las variedades tempranillo y airén, que son las mayoritarias en la región.


La Sectorial ha confirmado que ha habido corrimientos de racimo en la airén por aborto floral en primavera y mermas por secado de las bayas o granos de uva en tempranillo, debido a la fecundación deficiente del fruto causado en, en ambos casos, por el estrés térmico que ha sufrido la planta.

Asaja ha incidido también en que el 60 por ciento del viñedo de la región es de secano y está sufriendo los efectos de la sequía por tercer año consecutivo, lo que ha repercutido negativamente en la fase de engorde de la uva, que está a punto de finalizar, con un comienzo de maduración o envero, en muchos casos, en pésimas condiciones.

«LA PRODUCCIÓN, EN ALGUNAS COMARCAS, PODRÍA BAJAR UN 50 POR 100»

Si esta situación persistiera, ha advertido la organización agraria, provocaría la pérdida de peso del racimo de uva y, por tanto, de cosecha que, en función de las comarcas, podría disminuir hasta un 50 por ciento y afectar también, aunque en menor medida, a los viñedos de regadío.

Otro factor que ha influido en la revisión a la baja de la producción ha sido la afección tanto en variedades blancas como tintas, con máxima sensibilidad en tempranillo, de las picaduras de hojas provocadas por el mosquito verde.

El insecto, de cuya existencia no se había tenido noticias hasta la pasada campaña, está causando estragos en zonas de las comarcas de Méntrida, Mancha, Campo de Calatrava y, en menor medida, en Campo de Montiel.

El mosquito verde ataca el sistema foliar provocando una defoliación rápida de la planta que impide una maduración del fruto y una detención en su desarrollo si el ataque es prematuro.

No obstante, la Sectorial ha resaltado que estas incidencias en el desarrollo de la uva no afectarán, en ningún caso, a su calidad, puesto que los parámetros sanitarios que se están constatando auguran una cosecha de gran calidad.

En este sentido, Asaja ha abogado por que se diferencie el pago de la uva por calidad y ha advertido, de cara a la próxima vendimia, de la obligación de los operadores de dar a conocer al viticultor los precios de su producto antes de entregar la cosecha.

También ha aclarado que las existencias de vino en las cooperativas y bodegas de la región son prácticamente nulas, lo que evidencia el buen ritmo de las ventas de vino en los mercados nacional e internacional, si bien considera que la Consejería de Agricultura debería informar sobre el vino almacenado a finales de campaña, es decir el 31 de julio).

EN LAS OPERACIONES DEBE FIGURAR EL PRECIO DE LA UVA EN EL CONTRATO

Por otro lado, Asaja ha recordado a los agricultores e industriales de la Denominación de Origen (DO) Valdepeñas, ante el inicio de la vendimia, la obligatoriedad de que todas las operaciones de compraventa de uva cuenten con un contrato firmado en el que figure el precio de la uva.

La organización agraria ha destacado en un comunicado que el contrato debe contemplar como mínimo la identificación de las partes contratantes, las condiciones de calidad mínimas aplicables, el precio de la uva y resultado de aplicar el precio libremente pactado entre las partes.

También ha precisado que el documento debe reflejar las condiciones de pago (que se hará dentro de los 30 días siguientes a la fecha de finalización de la entrega de la uva), las condiciones de entrega y la puesta a disposición de los productos, derechos y obligaciones de las partes contratantes, entre otros aspectos.

Estos contratos deberán formalizarse siempre por escrito, antes del inicio de la entrega del producto, y es obligatorio conservar toda la documentación relativa a la relación comercial derivada de los contratos de compraventa de uva, durante al menos dos años.

LOS COMPRADORES, SI INCUMPLEN, PODRÍAN SER SANCIONADOS CON MÁS DE 3.000 EUROS

En el caso de incumplimiento de estos requisitos, los compradores podrán ser sancionados con multas desde 3.000 euros en adelante.

Además, Asaja recuerda que la Ley actual estipula que el pago de las uvas no acogidas a figuras de calidad debe realizarse antes de 30 días desde la última entrega del productor a las bodegas.

Para el caso de uva amparada por una norma de calidad específica, el contrato tendrá que contemplar dos cotizaciones, la de la uva que se califique para calidad y la que se destine a mesa, ha apuntado la organización agraria.

Además, ha señalado que la bodega pagará al viticultor la parte del precio pactado, si no se califica la uva para calidad transcurridos los treinta días desde la entrega del último remolque.

Y en el momento de que la uva sea validada apta para elaboración de vinos de calidad se le comunicará al agricultor y se abonará el resto del pago de la uva con un máximo de treinta días a partir de la validación de la uva, ha añadido.

Asaja ha advertido que trasladará a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) cualquier deficiencia o anomalía que detecte en las operaciones de compraventa de uva en el marco de la DO Valdepeñas.

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