El último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) refleja que la Sanidad de Castilla-La Mancha ha subido siete puestos respecto al año anterior o, lo que es lo mismo, desde las últimas elecciones autonómicas. Es la comunidad autónoma que más sube, junto con Extremadura, desde los comicios regionales, tal y como han confirmado fuentes de la Consejería de Sanidad.
En contraposición, recordar que durante el Gobierno del PP, Castilla-La Mancha, según el mismo informe, era una de las tres peores comunidades junto a Canarias y la Comunidad Valenciana. Un cambio en positivo que es una realidad, afirma el informe, por el incremento de los recursos destinados a Sanidad, en concreto un 9 por 100 más, con una inversión de 2.635 millones, contratándose a más de 800 profesionales y con una oferta pública de empleo para actualizar las plantillas de profesionales y creando empleo de calidad.
Los parámetros que tiene en cuenta el informe son, entre otros, los referidos a la financiación, recursos y funcionamiento de los servicios sanitarios, gasto farmacéutico, valoración de los ciudadanos, lista de espera o privatización sanitaria.
Lo contrario a lo que ha sucedido en la Sanidad pública española, que ha sufrido un empeoramiento generalizado en los últimos años por la caía de los presupuestos que se destinan a ella, los recortes de personal y servicios, el alto gasto farmacéutico o las privatizaciones.
Además, en Castilla-La Mancha han disminuido las externalizaciones, pasando de 7.905 en 2015 a 2.609 durante los primeros seis meses de 2016, con una apuesta clara de una Sanidad pública de calidad.
LAS COMUNIDADES CON MEJORES SERVICIOS SANITARIOS LO LIDERAN NAVARRA, ARAGÓN Y PAÍS VASCO
El estudio, dado a conocer hoy, valora los servicios sanitarios autonómicos en una escala de puntos que van desde un máximo de 106 a un mínimo de 26 en función de criterios como el gasto sanitario per cápita o farmacéutico, el número de camas, quirófanos, médicos y enfermeras por habitante, las listas de espera, la valoración de los ciudadanos o el grado de privatización.
El informe analiza principalmente datos de 2014 y 2015 y algunos de 2016, por lo que los efectos de los cambios de gobierno que se han producido en algunas CCAA tras las últimas elecciones autonómicas «tienen un reflejo moderado en los resultados».
En función de la puntuación asignada, el grupo de comunidades con «mejores» servicios sanitarios lo lidera Navarra, con 83 puntos, por delante de Aragón y País Vasco, ambas con 82.
Castilla y León, con 73 puntos, encabeza a las autonomías con servicios «regulares», seguida de Asturias (69), Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y La Rioja, todas ellas con 68.
El grupo de comunidades con una sanidad «deficiente» lo componen Cantabria (64), Madrid (62), Baleares (60) y Andalucía (57), en tanto que las que tienen «peores» servicios son Cataluña (55), Murcia (55), Canarias (49) y Valencia (46).
El informe destaca que la diferencia entre regiones es «claramente excesiva» (de 37 puntos), lo que «sigue evidenciando una gran disparidad en los servicios sanitarios» entre ellas, «lo que pone en peligro la necesaria cohesión y equidad».
Recalca también que tanto Canarias como la Comunidad Valenciana permanecen en los dos últimos puestos desde 2009, mientras que los cinco primeros lugares en los últimos siete años los ocupan también las mismas comunidades.
Si se tiene en cuenta la puntuación que dan los ciudadanos a la sanidad pública (de 0 a 10), todas las autonomías aprueban, aunque las mejor valoradas son Navarra, que obtiene una nota de 7,38, y Aragón (7,18), y las peores son Canarias (5,80), Cataluña (6,02) y Castilla y León (6,06).
La Fadsp precisa que a partir de 2009 los servicios sanitarios públicos han sufrido una «agresión continuada con un proceso de recortes muy importante» -entre 15.000 y 21.000 millones euros menos de presupuesto según las diversas fuentes-, recortes que se han producido en todas las CCAA sin excepción, pero cuya intensidad ha variado mucho de unas a otras.