Agentes medioambientales han logrado rescatar, gracias a la colaboración ciudadana, un ejemplar de águila imperial ibérica, una de las especies de aves más amenazadas de la península ibérica, que había resultado herida por electrocución en un tendido del término municipal de Turleque (Toledo).
El águila imperial, tras ser rescatada debajo de un tendido eléctrico, fue trasladada inmediatamente para su recuperación al Centro de Recuperación de Rapaces Ibéricas (C.E.R.I.), ya que se encontraba muy débil.
Según han explicado a Efe fuentes de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM), fue un agricultor quien alertó de la presencia del águila imperial herida en las proximidades de un tendido eléctrico.
APAM-CLM ha recordado que cientos de miles de aves, incluidas varias especies amenazadas, mueren cada año electrocutadas en cables y postes eléctricos en España.
En los últimos 15 años, más de 300 ejemplares de águilas han muerto como consecuencia de estas instalaciones.
Por ello, el pasado día 14 de septiembre se presentó en Madrid la Plataforma SOS Tendidos Eléctricos, integrada por nueve entidades relacionadas con la conservación de la naturaleza, entre las que se encuentra la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (Aeafma).
Esta plataforma exige a las administraciones y a las compañías eléctricas que asuman su responsabilidad aplicando soluciones eficaces y duraderas.
En los últimos años, el trabajo de estas organizaciones ha permitido salvar de la extinción a la emblemática águila imperial ibérica, que ha perdido electrocutados 120 ejemplares en los últimos tres lustros y que en Castilla-La Mancha se encuentra catalogada como en peligro de extinción.
Otras especies, como el águila perdicera, también son víctimas de estas instalaciones.
Desde la plataforma SOS Tendidos Eléctricos, calculan que hay 3.500 kilómetros de líneas que habría que arreglar y 25.000 postes peligrosos, y reclaman que tanto administraciones como compañías eléctricas se impliquen en este problema que está mermando los esfuerzos de conservación que se hacen por otro lado.
Y es que la electrocución en los tendidos eléctricos es la primera causa de mortalidad no natural de muchas especies amenazadas.
Gracias a la colaboración ciudadana y, en especial, en esta ocasión a colectivos que frecuentan el medio natural, como los agricultores, ha sido posible la atención de la fauna protegida por parte del cuerpo de agentes medioambientales, por lo que han advertido de que, ante cualquier tipo de incidencia de este tipo, lo recomendable es avisar al teléfono de emergencias 112.