Los borregos, el bisturí y los capitanes de empresa
El modelo social en el que nos organizamos tiene que poner en el centro la dimensión humana. Los planteamientos que ignoran los méritos individuales y tienden a igual por abajo, tienen tintes totalitarios. Si nos fijamos en el plano de la economía, una sociedad libre se asemeja a una escalera donde unos y otros se esfuerzan por ascender peldaños para prosperar; con reglas de comportamiento éticas y respetuosas