Varias decenas de personas han vuelto a las puertas del Ayuntamiento toledano, 20 años más tarde, para conmemorar el aniversario de uno de los asesinatos cometidos por ETA que más conmovió al país. No es otro que el de Miguel Ángel Blanco. Aquel día todo el país se concentró para pedir «paz» y «libertad». Tal día como hoy, hace exactamente 20 años, el país permanecía expectante por la situación de un joven concejal del Partido Popular en la localidad vizcaina de Ermua. ETA le había secuestrado 48 horas antes, el 10 de julio de 1997, dentro de sus acciones de extorsión para exigir a las autoridades nacionales el acercamiento de presos vascos a las cárceles de Euskadi.

Con la alcaldesa Milagros Tolón a la cabeza, quien ha estado acompañada de otros concejales del consistorio toledano además del portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando; del delegado de la Junta en Toledo, Javier Nicolás; y del subdelegado del Gobieno en Toledo, Fernando Sanz. En el acto, celebrado en la Plaza del Ayuntamiento, se ha realizado un homenaje silencioso. Antes, la concejala de Empleo e Igualdad, Inés Sandoval, ha dedicado unas palabras en memoria de Blanco, «para homenajearle y recordarle», así como no olvidar a «todas las víctimas asesinadas a manos de ETA». Todos los allí presentes han guardado un minuto de silencio en su memoria.

La condena unánime a la banda terrorista que hoy está desarticulada ha vuelto a las plazas, a los ayuntamientos y a las calles de diferentes localidades de Castilla-La Mancha, como les mostramos en fotos. El recuerdo de las víctimas sigue presente en las mentes de todas aquellas personas que vivieron el sinfín de asesinatos de ETA.

La alcaldesa de Toledo, recuerda, aquel 12 de julio de 1997 -sábado- «estaba en la boda de unos amigos en Ciudad Real». La noticia llegó a todos como un jarro de agua fría y la recibieron «con mucha tristeza». Incluso decidieron no comunicarselo a los novios, cuando ya lo sabían todos los asistentes al compromiso.

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Recuerdo, reivindicación y defensa de la libertad en este día

«Nunca hay que olvidar» estos hechos, ha declarado Tolón, para quien «hoy es un día para la denuncia y la reivindicación, pero sobre todo para la defensa de la libertad».

«El asesinato de cualquier ciudadano es un acto injustificable, muy repugnante y está por encima del partido al que se pertenezca», ha sentenciado el concejal de Ganemos-Toledo, Javier Mateo, quien también ha estado presente en la concentración en recuerdo a «un concejal, como lo somos nosotros». Y ha continuado: «Hoy recordamos el savaje asesinato de Miguel Ángel Blanco y pretendemos simbolizar con nuestra presencia nuestro recuerdo y homenaje de todas las víctimas del terrorismo, de cualquier terrorismo. Como representantes municipales nos sumamos a esta convocatoria de la FEMP, Ganemos Toledo estará siempre del lado de las víctimas y contra el uso de cualquier tipo de violencia. Y lo hacemos con respecto y con dignidad, como siempre».

Mateo ha finalizado recalcando que «rechazamos, además, cualquier intento de aprovechar, desvirtuar  o instrumentalizar de forma muy poco elegante el terrorismo como baza partidista, electoral o fraudulenta».

El presidente regional, Emiliano-García Page, no ha estado presente hoy en la concentración del Ayuntamiento, pero sí ha querido hacer su particular homenaje a través de las redes sociales al concejal asesinado por ETA. Page recuerda aquella tarde como «una de las más angustiosas» de su vida y por aquel entonces él acababa de ser nombrado consejero de Obras Públicas de la Junta, presidida por José Bono.

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El joven portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando, quien solo tenía seis años cuando ocurrió el asesinato y tras el Consejo de Gobierno de hoy ha sentenciado que «recordar a Miguel Ángel Blanco no debe de ser fruto de polémica» debido a que representa la capacidad ciudadana «de salir a la calle, e incluso a través del silencio, decir alto y claro que los españoles no nos doblegamos ante el miedo ni ante el terror».

Aquella tarde, aquellos recuerdos y el dolor que supuso el trágico desenlace

Muchas han sido las crónicas que han relatado este suceso. Muchos los relatos y variopintos los recuerdos, pero imborrable, para muchos, fue aquel momento. No fue un asesinato de una persona, sino el principio de un movimiento por la paz que se extendió por todo el país y que pidió más fuerte que nunca el fin de la banda armada.

El subdelegado del Gobierno en Toledo, Fernando Sanz, tan solo tenía 18 años cuando ETA puso el desenlace fatídico al secuestro y acabó con la esperanza de que Miguel Ángel Blanco.

Por su parte, José López Gamarra, concejal «popular» en el ayuntamiento toledano, recuerda el «mazazo» que sufrieron también en Nuevas Generaciones (él fue uno de los fundadores de la organización juvenil en Castilla-La Mancha), porque no se lo podían creer en aquellos primeros momentos.

Juanjo Pérez del Pino, concejal delegado del Área de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Protección Civil y de Deportes del consistorio, ya había terminado su primera etapa como concejal en el Ayuntamiento de Toledo, pero aún no formaba parte de la Ejecutiva de la Agrupación Local del PSOE. «Mucha tensión» existió en los días previos al asesinato y luego estuvo presente en la manifestación que se dio cita en la plaza del Ayuntamiento.

Hace 20 años se apagó una luz de esperanza y las calles se llenaron de rechazo, de deseo de paz y de empezar otra etapa. Aquel momento sirvió para seguir con la lucha contra el terrorismo de ETA, que dejó a 829 víctimas a lo largo de su larga trayectoria manchada de sangre.