Ante las inminentes consecuencias del cambio climático y las sequías cada vez más frecuentes y prolongadas, la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural y la Universidad de Castilla-La Mancha han creado un nuevo convenio de colaboración, con el objetivo de asesorar a los agricultores en el uso eficiente del agua, poniendo a su disposición el equipo de profesionales y las herramientas del Instituto Técnico Agronómico Provincial (ITAP) de Albacete.
El convenio, según ha explicado el consejero, Francisco Martínez Arroyo, busca conseguir la “transferencia del conocimiento a los agricultores en el campo, para que sean buenos gestores y puedan aprovechar al máximo cada gota de agua».
185 millones para regadío
En este sentido, el consejero se ha referido a la necesidad de mejorar la eficiencia en el riego, destacando el compromiso de la Junta, con una inversión de 185 millones de euros destinados a esta materia. “Es la cifra más alta de la historia”, ha recalcado.
Por su parte, el rector de la universidad, Julián Garde, ha detallado algunos puntos del proyecto, que se desarrollará en dos centros de investigación; el Centro Regional de Estudios del Agua, bajo la dirección del profesor José María Tarjuelo, y el Instituto de Desarrollo Regional, dirigido por Alfonso Calera.
“El objetivo es desarrollar herramientas que permitan tomar decisiones a los agricultores para ahorrar agua”, ha señalado Garde.
Garantizar el relevo generacional
Del mismo lado, la presidenta del ITAP, Amparo Torres, ha remarcado el fin del proyecto, “profesionalizar el sector y conseguir el relevo generacional, fundamental para que los pueblos y el campo sigan teniendo vida”.
Asimismo, ha destacado la importancia de la incorporación de la mujer al mundo agrario y la disposición de ITAP para generar alianzas con otros organismos e instituciones, “mejorando los recursos que pondrán a disposición de los agricultores”.
Proyecto piloto en el Alto Guadiana
Por último, Torres ha avanzado uno de los proyectos que abordará el convenio, con una actuación piloto en la zona del Alto Guadiana, un “territorio socialmente sensible, donde se trabajará en un proyecto pionero con el objetivo de exportar los resultados a otras zonas”.
“Queremos que el sector agrario siga siendo rentable y respetuoso con el medioambiente, y bajo esa línea es en la que trabajaremos”, ha concluido.