Apenas llevan 48 horas en Turquía y ya han participado en el rescate de cuatro personas. El primero, un niño de 12 años de edad al que los voluntarios de la Sección de Intervención en Catástrofes de Bomberos Sin Fronteras, junto con el equipo de rescate de Taiwán, sacaron de debajo de los escombros donde quedó atrapado tras el terremoto de magnitud 7,4 en la escala abierta de Richter, registrado el pasado lunes en el sur del país turco, cerca de la frontera con Siria.
Rescate que se produjo la misma noche que el equipo llegó a la zona. «Fue el primer día, al poco de llegar, sobre las 2.00 de la madrugada (hora local). Cuatro componentes que ya estaban en el terreno localizaron al chico y nos avisaron, acudimos con nuestro material y conseguimos extraer al menor, que se encontraba atrapado en un edifico derruido«, ha explicado Luis Enrique Utiel, bombero que trabaja en el parque de la localidad albaceteña de Villarrobledo y que forma parte del equipo enviado por la ONGD.
Rescatan a una madre y sus dos hijas
Además, según informa el delegado de la ONGD, Damián Soriano, encargado de coordinador al equipo desde Albacete, acaban de rescatar a una madre y sus dos hijas, en colaboración con los servicios de emergencias locales y la intervención de maquinaria pesada.
«Ayer también localizamos a una víctima, pero por las características del equipo no pudimos sacarla, informamos de su ubicación, se contrastó con otro grupo y pasaron los perros, pero por la complejidad del rescate por el hundimiento no pudimos acceder con nuestros medios, así que intervinieron los bomberos locales«, ha señalado Utiel.
«El objetivo es localizar personas con vida»
Desde la ONGD trabajan con un equipo ligero, perro de rescate y material tecnológico compuesto por geófonos y videocámaras. «Lo principal es ir mirando dentro de los huecos y agujeros que hay entre los escombros y localizar si hay posibles víctimas vivas, el siguiente paso es empezar a descombrar con martillo percutor, sierra sable y otras herramientas, hasta llegar a la persona y sacarla», relata.
Unos trabajos que realizan día y noche, con rotaciones entre compañeros, como cuenta Soriano. «Prácticamente trabaja todo el equipo junto y casi todo el día, cuanto más tiempo pasa menor es la probabilidad de encontrar gente con vida, entonces pasan muchas horas tratando de localizar víctimas«.
Un equipo compuesto por 9 personas
El equipo humano está formado por un total de 9 personas, entre los que se encuentran un sanitario, un guía canino y siete rescatistas, que estarán trabajando en Kahramanmaras, zona cero de los seísmos, hasta el próximo martes, 14 de febrero.
«Ahora mismo están en un escenario donde parece que hay varias personas vivas, por lo que se hará todo lo posible por rescatar al máximo número de víctimas posible», señala Soriano.
Voluntarios de Bomberos Sin Fronteras llegan a Turquía para ayudar en las labores de rescate.
De Ucrania a Turquía
Tanto Soriano como Utiel participaron también en los trabajos de ayuda humanitaria realizados durante el pasado mes de marzo en la frontera con Ucrania. «Desde la ONGD es lo que nos mueve y lo que nos gusta hacer, es el trabajo para el que estamos preparados, no son situaciones agradables para la gente que lo sufre y el poder ir allí y echar una mano es lo que nos trae hasta estos lugares», dice Damián, que esta vez ayuda desde la provincia. «Los que van lo viven de manera mucho más directa y los que nos quedamos pues tenemos la pena de no poder echar una mano en el terreno, pero sabiendo la necesidad y la importancia de que alguien se quede en el país y vaya preparándoles el terreno».
Desde Turquía, Utiel coincide con su compañero, «en Ucrania estuvimos ayudando a las personas refugiadas a salir de la guerra, primero en la frontera con Polonia y luego en Varsovia, ahora estamos colaborando con los trabajos de rescate, al final lo que hacemos es ayudar a otras personas en lo que podemos en situaciones muy complicadas, es lo que nos mueve«, concluye.