Este reto nació con la experiencia de Pablo, un niño de Albacete que en 2015, con tan solo 2 años y nueve meses, fue diagnosticado de neuroblastoma, una forma de cáncer infantil que se genera en el tejido nervioso y que cuenta con una tasa de supervivencia del 30%.
Tras recibir quimioterapia, cirugía, un trasplante de médula y radioterapia en Madrid, Pablo y su familia se trasladaron al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona para recibir inmunoterapia en un ensayo pionero en Europa y finalizar con éxito su tratamiento.
En esta difícil situación surgió la idea de realizar un evento deportivo solidario para recaudar fondos a favor de la Asociación de Familiares y Amigos de Pacientes Enfermos de Neuroblastoma , ayudando a que más niños pudiesen optar a tratamientos efectivos y menos agresivos para superar esta enfermedad.
Más de 190 horas pedaleando
Con este objetivo, José Luis López ha recorrido cerca de 2.500 km en etapas ininterrumpidas que tienen siempre como meta la ciudad de su familia, Albacete. De esta manera, en la primera edición de este reto José Luis pedaleó durante 51 horas seguidas desde el Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona hasta Albacete, mientras que en su segunda edición fueron 60 horas las que este ciclista aficionado pedaleó desde el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde financian un proyecto de investigación.
El último Reto de Pablo ha cerrado 2022 con una recaudación de más de 30.000€, que repartirá entre dos proyectos de investigación desarrollados en el Biocruces Bizkaia Health Research Institute y la Clínica Universitaria de Navarra. En esta edición el desafío llevó a José Luis López a recorrer 1.017 km en modalidad BTT-non stop desde la ciudad vasca de Zamudio hasta la Plaza del Depósito del Sol en Albacete, completando así la ruta más larga de esta iniciativa, con más de 80 horas de esfuerzo encima de la bicicleta.
A este esfuerzo individual se ha sumado el de un equipo de 17 personas encargadas de la logística, el montaje, la realización de eventos solidarios en las localidades de paso o el acompañamiento en ruta, formado por familiares y amigos, entre los que se han encontrado el pediatra del pequeño Pablo, su profesor del colegio o el rector de la Universidad de Castilla La Mancha, Julián Garde.
Un reto duro: «Cansancio, frío y mucho sueño»
“Además del cansancio, se pasa mucho frío y mucho sueño. El termostato baja una barbaridad. Pasas por Segovia a apenas dos grados y es duro, pero tienes claro por qué estás haciéndolo y sigues” asegura López. “Más allá de la propia ruta en bicicleta, buscamos contactar con ayuntamientos, colegios y asociaciones en pueblos por donde pasa el reto, para poder recaudar fondos a través de otras actividades solidarias, sorteos e impulsar acciones como talleres de concienciación en colegios”, explica el creador del reto.
Subasta benéfica de la bicicleta
La bicicleta es la gran protagonista de esta iniciativa solidaria, incluso después de terminar la larga ruta de cada edición. Desde los inicios del reto, el modelo usado para completarlo es una Bravo 7, una MTB proporcionada por la marca originaria de Albacete Berria Bikes. El Reto de Pablo culmina su recorrido con la subasta benéfica de esta bicicleta, que en la última edición ha logrado superar los 6.200€ a través de participaciones de 2€ de donativo, lo que supone un notable porcentaje del total recaudado.
«Estamos muy orgullosos del reto»
“Era imposible no involucrarse en una causa como El Reto de Pablo, ya que nos toca muy de cerca en muchos sentidos. Una vez más, el deporte, y en especial el ciclismo, ha mostrado su capacidad de movilización con causas que son fundamentales en nuestra sociedad, como es la investigación contra el cáncer. Estamos muy orgullosos de formar parte de una iniciativa así, que estamos seguros seguirá aportando muchísimo en los próximos años”, concluye David Vitoria, CEO de Berria Bikes y exciclista profesional.