Efectivos del Equipo de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete han detenido a un vecino de Murcia como presunto autor de un delito contra la protección de la flora y la fauna por matar con una escopeta a un quebrantahuesos en Nerpio (Albacete).
Los agentes del Seprona tuvieron conocimiento de la muerte de un ejemplar de quebrantahuesos el día 21 del pasado mes de febrero en el término municipal de Nerpio, según ha informado la Guardia Civil este martes en nota de prensa.
Agentes medioambientales de la provincia localizaron el cadáver del animal que, tras su recogida, fue trasladado al Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de Albacete para su análisis y estudio.
La celeridad de esta actuación permitió recabar informaciones relevantes para la investigación, y a partir de este momento el Seprona desarrolló varias líneas de investigación, en las que consiguió recabar datos de los movimientos de la rapaz, los relativos a su necropsia y el de las personas que, en el día de la muerte del quebrantahuesos, pudieran estar desarrollando algún tipo de actividad en esta zona.
Murió por disparos «conscientes» y «voluntarios»
Recopilada toda esta información, las investigaciones revelaron que el ave murió por disparos de una escopeta, con munición para caza menor, concretando asimismo que el disparo que produjo su muerte fue a escasa distancia, encontrando en su cuerpo hasta 32 proyectiles de plomo.
El quebrantahuesos abatido, de nombre ‘Lopezosa‘, es una especie incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, en la categoría de ‘en peligro de extinción’, siendo el quinto pollo nacido en libertad proveniente de una de las primeras parejas en formarse tras la reintroducción de esta especie en 2006, siendo además el último de la misma.
Esto supone todo un hito histórico en la conservación de la especie, si se tiene en cuenta que después de 18 años del comienzo del proyecto de reintroducción, tan solo 17 pollos han nacido en el campo, lo que da una idea de la importancia biológica y el impacto negativo que suponen sucesos como el investigado.
La persona detenida, según establece el Código Penal en los delitos contra la protección de la flora y la fauna, podría enfrentarse a unas penas de prisión de seis meses a dos años, multa de ocho a veinticuatro meses e inhabilitación para el derecho a cazar durante dos años.
Las diligencias instruidas por el Seprona de la Guardia Civil de Albacete han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Hellín, que ha entendido de las actuaciones.
Tercer caso en siete años
Desde el año 2017, son tres los casos de muerte por disparo con arma de fuego de ejemplares de quebrantahuesos en la provincia de Albacete.
Con este último caso, ocurrido en febrero de 2024, el Servicio de Protección de la Naturaleza ha investigado un total de seis personas por la comisión de tres delitos contra la protección de la flora y la fauna.