«Mi nombre es Román Flores, soy padre de un niño autista de cuatro años que ha sido discriminado al habérsele negado el acceso al servicio de la escuela municipal de música de Villarrobledo (Albacete) y como él, varios niños y niñas de la localidad durante, al menos, la última década».
Román denuncia de esta manera el rechazo que sufre su pequeño y nos cuenta que «la escuela de música afirma no tener la formación ni los medios para atender a personas con necesidades especiales. Desde la concejalía de bienestar social del ayuntamiento de Villarrobledo dicen que la formación de los profesionales es algo voluntario y que ellos no pueden obligarles, pasando la pelota a los trabajadores municipales y desentendiéndose del tema por completo, a pesar de haber recibido información de que se está incumpliendo la ley, que hay varias formas de formar a los trabajadores municipales y, haberles ofrecido el contacto de un experto en música adaptada». Ante este hecho, Román Flores ha iniciado una recogida de firmas en change.org con el objetivo de acabar con la discriminación a personas con discapacidad en los servicios municipales.