Álvaro Ruiz (Toledo, 1959) se muestra «contento y nostálgico» recién estrenada su jubilación, tras más de 40 años dedicándose en cuerpo y alma a captar, a través de sus lentes, la vida política institucional de Castilla-La Mancha. «Recupero el tiempo, dependemos mucho de las agendas de otros, trabajamos días festivos…». Ahora va a emplear ese tiempo para hacer otras cosas que también le apasionan.
«Me siento orgulloso y afortunado de haber sido testigo de acontecimientos históricos de nuestra tierra y haberlo trasmitido, para que pueda quedar registrado para la posteridad«, explica con ese tono pausado y paciente tan propio de las largas esperas a las que como fotógrafo está acostumbrado.
Este disciplinado, curioso y perseverante profesional ha contado, a través de la cámara, los años más apasionantes del comienzo efectivo de la democracia en Castilla-La Mancha, desde parte de su etapa preautonómica, hasta la actualidad, siendo partícipe y viendo en primera línea, acontecimientos importantísimos de la región y del país, de la mano de los presidentes a los que ha acompañado en los viajes por la tierra (José Bono, José María Barreda y Emiliano García-Page).
Del Cine Moderno al Palacio de Fuensalida
Álvaro se pasó gran parte de su infancia viendo las sesiones dobles del cine Moderno, en Toledo, ya que quería ser director cinematográfico. Es por ello que decidió estudiar el cine y fundó, siendo jovencísimo, con Felipe Hernández Ponos y Fernando Martínez Gil, el Cine Club municipal de Toledo. Pero «lo tuve que dejar porque empezó a fraguarse otra tarea profesional».
No obstante, matiza que la fotografía antes también había sido importante para él. Fue desde que conoció a un amigo cuyo padre, Pedro Criado, tenía un estudio en Toledo. «Las cámaras que su padre no le dejaba usar a él, sí me las dejaba a mí. Pasaban como mías», cuenta entre risas.
«Compartía piso cuando estudiaba en la facultad con Francisco Gómez Herruz, y le encargaron que dirigiera en Toledo La Voz de Talavera, que pasó a ser aquí La Voz del Tajo. Y me propuso venirme». Entonces, Álvaro, que estaba estudiando Ciencias de la Información, rama Imagen, en la Universidad Complutense de Madrid, se encontraba colaborando con el semanario La Región, en la corresponsalía de Prado del Rey.
Su primera entrevista profesional fue a Iñaqui Gabilondo, director de informativos.
Mitterrand, Beatriz de Holanda, Francisco Nieva, Antonio Gala…
Entró a trabajar en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 1982, en el primer traspaso de competencias de Fernández Galiano a Gonzalo Payo.
Desde entonces, su carrera se ligó a la Junta. Empezó en la revista «Castilla-La Mancha y luego pasó a la Presidencia del Gobierno Regional, lo que a lo largo de décadas, le ha permitido «conocer y fotografiar a personajes históricos. Mitterrand, Lady Di, los Reyes de España… o gente de la cultura como Gregorio Prieto, Pedro Almodovar, Manuel López-Villaseñor, Antonio López, Antonio Gala, Francisco Nieva…
Álvaro cuenta que su trayectoria ha estado «plagada de historias muy bonitas» y que la profesión le ha dado «la oportunidad de conocer a un montón de gente, entre ella compañeros de profesión, con los que he trabado buena amistad, con los que he compartido muchos momentos. Estoy contento de haberlo vivido así».
Recuerda el viaje organizado en 1993 por las Cortes de Castilla-La Mancha (la primera cobertura que realizó en ellas fue un pleno en octubre de 1984) con diputados y periodistas a El Sáhara. Le impresionó vivir tan de cerca el drama de aquella gente. Y, de hecho, plasmó, algunas imágenes extraordinarias de su experiencia.
El Palacio de Fuensalida y las «conversaciones» con la emperatriz Isabel
A lo largo de tantos años, también ha vivido anécdotas curiosas, como haber perdido el Ave cuando se inauguró la línea Madrid-Sevilla (que atraviesa la región) en una de sus paradas. Yo me bajaba y subía en cada estación para fotografiar los representantes institucionales en cada una de las estaciones. Pero en una cerraron las puertas antes de que pudiera incorporarme. Tuve la suerte de poder irme con los conductores de la Junta hasta la siguiente parada», recuerda entre risas.
Cuenta la visita de la reina Beatriz de Holanda, junto con la reina Sofía, a Toledo en 1985. «Estábamos todos esperándola en la Puerta del Perdón de la Catedral. Era una tarde de sol intenso. Y de pronto, a punto de que llegara, uno de los monaguillos se mareó y vomitó. Pero rápidamente sacaron una alfombra y no se notó. Nos quedamos todos…»
«Mi compañera en el Palacio de Fuensalida, mi segundo hogar, ha sido la emperatriz Isabel de Portugal (esposa de Carlos V y cuya estatua se mantiene vigilante en el patio de este edificio, en el que murió). Me sentaba en un banco, junto a ella, y allí nos contábamos nuestras cosas, durante las largas esperas. Empecé a indagar su historia y entrar de lleno en aquellas estancias, en las que yo hacía fotos, y en las que siglos antes correteaba Felipe II«.
«Cuando empecé a trabajar con Bono Castilla-La Mancha era una región desconocida»
Conocido y respetado por profesionales de la prensa regional, por políticos y ciudadanos, su nombre está indiscutiblemente ligado a la figura de José Bono, primer presidente autonómico de Castilla-La Mancha. Junto a él vivió profesionalmente más de dos décadas de apasionante información política.
Su primer viaje con el presidente regional fue el 31 de octubre de 1984 a varios municipios de la comarca de la Jara, en la provincia de Toledo. Desde entonces, no cesó de viajar.
«Bono, sí, fue el primer presidente de Castilla-La Mancha y fue, además, el primero con el que trabajé. Nos tocó hacer región. Era entonces Castilla-La Mancha una región desconocida. Preguntabas a cualquier castellano-manchego las provincias y muchos no sabían decirte cuáles eran. Había que dejarse la piel haciendo viajes. Para conocer a la gente y para que la gente supiera que había una administración cercana que la podía escuchar», explica con vehemencia.
«Era una región con 915 municipios y una despoblación terrible… Era muy duro, no había nada. Era una tierra olvidada. Sin muchos recursos sociales; en algunos casos, había hasta que dar agua, luz… Había viviendas sin váter, sin agua potable. Bono se dejó la piel«.
«La fotografía es un arte completo»
Ruiz fue elegido presidente de la Asociación de la Prensa de Toledo en 1988, año que se constituyó la misma, y desempeñó el cargo hasta que en 1992 fue elegido presidente de la ya desaparecida Federación de Asociaciones de la Prensa de Castilla-La Mancha.
Recibió en 1991 el premio Casiano Alguacil, otorgado por el Ayuntamiento de Toledo, por la fotografía que vemos a continuación.
«La profesión ha cambiado radicalmente. Del proceso de revelado clásico, y disparando sin saber lo que habías logrado, llevando las fotos por mensajero… pasamos a las cámaras digitales, que ya te permitían disparar más, trabajar con una seguridad que antes no tenías y con un componente de inmediatez importante».
«La fotografía es sobre todo observar, hacer de lo cotidiano algo que pueda ser bello, algo que trasmita emociones. Eligiendo el ángulo y la perspectiva estás creando historias para que permanezcan a lo largo del tiempo», explica.
«Sí, la fotografía para mí es un arte completo. Lo que pasa es que hay veces que es tan inmediata que…», observa con cierto escepticismo.
El archivo de las fotos que ha realizado con especial dedicación durante todos estos años se encuentra en el edificio Doncellas, sede de la Presidencia de la Junta, y en el Archivo Regional.
Once legislaturas en las que Álvaro ha dedicado su visión a contar y clasificar las imágenes de una región que ha sufrido importantes cambios y avances. Para muchos, Álvaro es conocido como el fotógrafo de Bono, es inevitable. No obstante, su legado documental es una joya que va más a allá de cualquier figura pública en concreto. Su legado, su brillante trabajo, es el amplio documento gráfico de una región que ya no es una tierra olvidada.
Toledo, 4-07-2015.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, recibe la felicitación de los ex presidentes, José Bono, José María Barreda, María Dolores Cospedal y Jesús Fuentes, tras su toma de posesión en el Palacio de Fuensalida. (Foto: Álvaro Ruiz // JCCM)