Los salones parroquiales de la iglesia de San Julián de Toledo acogen el 25 de mayo a las 19:00 horas la conferencia «La persecución religiosa en los años 30 del siglo XX en Toledo» a cargo del sacerdote e historiador Ángel David Martín Rubio, quien abordará el «acoso» que sufrió la Iglesia desde 1931 y hasta 1939.
Tal y como explica el ponente a encastillalamancha.es, se abordarán las causas de este fenómeno y cómo surge en la II República y se intensifica en 1936.
De forma particular, argumenta que la provincia de Toledo fue uno de los lugares del país en los que más afectó esta persecución religiosa debido «a que el proceso revolucionario fue aquí más fuerte», un movimiento que «excluía la práctica religiosa».
Según pone de manifiesto, en la provincia, entre 1936 y 1939, más de 300 eclesiásticos y más de 3.000 seglares fueron asesinados, cifras que vienen a representar un 10 por 100 de las víctimas, siendo «el sector más perseguido».
Destaca la cruenta matanza ocurrida en la ciudad de Toledo, donde murieron numerosos religiosos y seglares, o los hechos acaecidos en localidades como Consuegra, Sonseca, Orgaz, Corral de Almaguer, Mora… zonas que quedaron durante más tiempo en manos de los republicanos. En este tiempo «el episodio del Alcázar se convirtió en un símbolo del sentido religioso de la guerra».
Ángel David Martín Rubio es sacerdote y desarrolla su actividad pastoral en la diócesis de Coria-Cáceres donde es párroco, canónigo, archivero y profesor en el Instituto Teológico Virgen de Guadalupe y en el Seminario Diocesano. Nacido en Castuera (Badajoz) en 1969, es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Extremadura y en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha impartido clases en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, donde obtuvo el doctorado en 2010. Entre sus libros y numerosos artículos publicados destacan los referidos a la represión en la Guerra Civil española, la persecución religiosa y las relaciones Iglesia-Estado. Coordina las actividades del Foro Historia en Libertad y la bitácora «Desde mi campanario».