La Guardia Civil ha desarticulado una banda de jóvenes a la que se atribuyen cincuenta robos en Madrid y varias provincias castellanomanchegas, la mayoría en concesionarios de vehículos, que era liderada por «El Piojo», que a sus 25 años es un «cotizado» experto en alunizajes y robos a mazazos.
Esta banda es la autora del robo perpetrado a principios de febrero en un concesionario de coches de Madrid, del que fueron sustraídos 19 vehículos de alta gama, así como de varios alunizajes en la denominada «Milla de Oro», incluida una tienda de Loewe.
Según ha informado hoy la Comandancia de la Guardia Civil, se trata de seis jóvenes españoles de entre 20 y 30 años que juntos suman más de cincuenta antecedentes y que estaban liderados por Jonatan M.A., alias «El Piojo», que a sus 25 años es un «cotizado y reconocido» delincuente, sobre todo por sus dotes como conductor.
«El Piojo» solía encargarse de conducir los coches de alta gama en los que huían los ahora arrestados y en ocasiones trabajaba para otras bandas, que requerían sus servicios cuando planeaban robos importantes.
Este joven comenzó a conducir e incluso a delinquir con siete años y al ser arrestado tenía en vigor ocho órdenes de búsqueda (seis policiales y dos judiciales), según han relatado los responsables de su detención.
Estuvo a punto de ser detenido por la Policía Nacional hace diez días, pero logró huir, y finalmente la Guardia Civil le arrestó el 28 de febrero en un domicilio familiar, a pesar de que el joven intentó huir, subiéndose al tejado y escondiéndose en un falso techo.
Ese mismo día fueron arrestados otros cinco miembros de la banda, como «El Benito», mientras que el considerado el lugarteniente, «El Calambre» logró escapar.
El grupo está acusado de cometer al menos cincuenta robos en Madrid y provincias limítrofes como Toledo, Guadalajara y Cuenca, en su mayoría de concesionarios. En cinco casos emplearon la violencia con los empleados de los comercios.
Los investigadores calculan que perpetraban cuatro o cinco asaltos a la semana, lo que les permitía tener un alto nivel de vida.
Ocultaban lo robado en una nave alquilada de Aranjuez, en la que también despiezaban los vehículos sustraídos para su posterior venta.
En los registros practicados en la denominada operación «Grinch» (en referencia al dibujo animado navideño del mismo nombre) se han intervenido complementos de primeras marcas, perfumes, accesorios para viajar en moto como monos y 30 cascos, grilletes, una pistola simulada y una escopeta de aire comprimido.
Cinco de los detenidos han ingresado en prisión, mientras que el sexto ha quedado en libertad.