La Guardia Civil y la Policía Nacional han detenido en Benidorm a nueve miembros de un clan familiar que robaban haciéndose pasar por policías, principalmente a turistas, y que actuaban en distintas comunidades autónomas, entre ellas Castilla-La Mancha, según un comunicado del Ministerio del Interior
Los sospechosos, cuatro mujeres y cinco hombres, de nacionalidad iraní, han sido arrestados en la operación Renacidos-Venus II, desarrollada conjuntamente entre la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Los arrestados, cuatro de los cuales se encontraban en situación irregular en España, usaban coches de color oscuro, con lunas tintadas y leds azules, en un intento de imitar a vehículos oficiales camuflados.
A los detenidos se les atribuye la autoría de al menos quince delitos de robo con fuerza e intimidación y tres en grado de tentativa, así como los delitos de usurpación de funciones, pertenencia a grupo criminal, falsificación de documentos, desobediencia grave y blanqueo de capitales.
Según fuentes de la Guardia Civil, las ciudades donde se tiene constancia que han cometido los diferentes actos delictivos, en un plazo de un año aproximadamente, son Madrid, Málaga, Barcelona, Valencia, Murcia, Alicante, Ciudad Real, Sevilla y Córdoba.
Este grupo estaba asentado en la localidad alicantina de Benidorm, aunque perpetraba los delitos en las citadas ciudades para tratar de despistar a los investigadores.
En sus golpes, los ladrones se hacían pasar por policías, mostrando placas de policía falsas a sus víctimas, principalmente turistas, que desconocían las identificaciones y procedimientos de actuación de los distintos cuerpos españoles.
Se desplazaban a una ciudad, donde llevaban a cabo los diferentes delitos en plazos de tiempo que variaban de una semana a tres meses, y regresaban a Benidorm, donde acumulaban lo sustraído y permanecían de unos días a una semana, para volver a desplazarse a otra ciudad.
Actuaban en parejas, recorrían grandes distancias en sus denominadas «patrullas» y localizaban a sus víctimas potenciales en polígonos industriales, zonas turísticas e inmediaciones de hoteles.
Una vez se identificaban, procedían a cachear a los perjudicados, y les sustraían el dinero y las joyas que portaban.
Cambiaban constantemente de vehículos y actuaban como máximo durante una semana en la misma zona, para evitar ser apresados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
La operación ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Dénia (Alicante), a cargo de la causa, que ha decretado el ingreso en prisión provisional para cuatro de los arrestados, según la nota de prensa.
Actualmente se está realizando gestiones para devolver los efectos sustraídos a sus propietarios.
En la operación han participado diversas unidades de la Guardia Civil de la Comandancia de Alicante y agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Madrid.