El director general de la entidad financiera, Víctor Manuel Martín López, firmó este acuerdo con el ecónomo diocesano, Anastasio Gómez Hidalgo.
Caja Rural de Castilla-La Mancha proporcionará al Arzobispado de Toledo y a las parroquias, residencias, colegios y fundaciones de su ámbito diocesano líneas de financiación para la rehabilitación de templos, construcción y reforma de otros edificios y puesta a disposición de sacerdotes y personal perteneciente a la institución de productos y servicios financieros adaptados a sus necesidades.
Así figura en el convenio de colaboración renovado por el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha, Víctor Manuel Martín López, y el ecónomo diocesano de Toledo, Anastasio Gómez Hidalgo.
El director general de Caja Rural Castilla-La Mancha manifestó que este convenio materializa el firme compromiso de la cooperativa de crédito «con una de las instituciones más importantes de nuestra tierra, una entidad que verdaderamente intenta ayudar a los demás y mejorar la vida de las personas».
Martín López destacó que la Archidiócesis de Toledo lleva a cabo una «magnífica labor a través de un trabajo silencioso, pero enormemente eficaz para ayudar al prójimo y superar los problemas que afectan a miles de familias, con la intención de hacer un mundo más justo y solidario».
ESTRECHA COLABORACIÓN
«Si no fuera por la Archidiócesis, la situación de muchas personas sería más grave de lo que es ahora», aseguró el director general y añadió que Caja Rural Castilla-La Mancha y el Arzobispado mantienen una estrecha relación desde hace muchos años, que se ha visto concretada en numerosas acciones.
«Seguiremos colaborando con esta institución ejemplar dedicada a dar servicio a los demás», concluyó.
Por su parte, el ecónomo diocesano consideró un «una enorme satisfacción» la firma de este convenio «porque necesitamos financiación para hacer lo que hacemos».
El responsable de administrar los bienes de la Archidiócesis bajo la autoridad del arzobispo Braulio Rodríguez, Primado de España, recordó que la Archidiócesis «está en el mundo» y por tanto, necesita convenios que mejoren las condiciones de vida de su ámbito de actuación, tanto para desarrollar su acción social como su apostolado seglar.