La Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha ha presentado la primera convocatoria de Micro Ayudas para Proyectos de Iniciativas Sociales 2015 que contempla 10 ayudas, cada una de 1.500 euros, que van dirigidas a favorecer a entidades sin ánimo de lucro en su lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Así lo ha avanzado la directora general de la entidad cooperativa de crédito, Ana López-Casero, en rueda de prensa donde también han intervenido su presidente, Andrés Gómez Mora, y la directora general de Familia, Menores y Promoción Social, Silvia Valmaña.
López-Casero ha explicado que las 10 ayudas de 1.500 euros cada una se ponen a disposición, en una primera línea, de entidades que trabajan en favor de personas sin hogar, mayores, infancia y juventud, para inclusión social de personas drogodependientes y de cooperación al desarrollo, y en una segunda para asociaciones dedicadas al cuidado y atención de enfermos.
En este sentido, ha defendido la idoneidad de esta iniciativa al objeto de colaborar en el Programa Europa 2020 y en su estrategia de integración social y, con ello, ayudar a reducir los actuales 20 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza en Europa y rebajar, en el caso de España, en un millón y medio las personas pobres o en riesgo de exclusión social.
El plazo de presentación de proyectos ha comenzado el lunes 23 de febrero y concluye el 23 de marzo y podrán concursar, ha ampliado López-Casero, todas aquellas asociaciones sin ánimo de lucro que tengan un objetivo social, con sede en la región y que estén incluidas en el registro del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Ha añadido que habrá una comisión de valoración que determine la elección de las entidades beneficiarias, que medirá, entre otros temas, el impacto de la ayuda o el número de personas que atienden, así como la propia capacidad en defensa de los más necesitados.
Andrés Gómez Mora ha incidido en la necesidad de ayudar «a las personas que lo están pasando mal» y ha ratificado que «estamos y estaremos apoyando cualquier iniciativa en materia social».
Ha resaltado, además, que la gran novedad de estas microayudas es que «la fundación ha pensando en qué podemos hacer que no se haga o se haya hecho, y en qué podemos ayudar».
Silvia Valmaña, por su parte, ha resaltado que esta iniciativa «reúne dos condiciones: la generosidad, para detectar las necesidades de la sociedad a la que sirves, y la inteligencia, para saber qué es lo que no se está haciendo desde otros sectores».
Ha valorado, en concreto, el apoyo de iniciativas privadas porque «las necesidades son grandes y los recursos de las administraciones públicas son insuficientes porque por mucho que queramos llegar a todos es casi imposible», ha asumido y de ahí el objetivo de que todas las convocatorias de ayudas lleguen «a la mayor cantidad de personas con el mayor impacto».
Valmaña ha acabado elogiado la idea de Caja Rural Castilla-La Mancha porque «estas microayudas permiten arrancar, al completar los aspectos donde los demás no podemos llegar» y, también, el criterio de selección «a través de indicadores objetivos» de medición.