En un lugar de La Mancha de cuyo nombre sí quiero acordarme… se encuentra una tierra de costumbres y tradiciones, un lugar de verdaderas genialidades y de fertilidad artística. Ya lo dejó ver Miguel de Cervantes entre sus líneas, pero tan solo es necesario perderse por la localidad ciudadrealeña de Alcázar de San Juan para comprobarlo. Allí nació «Candelas y Felipa« hace casi 10 años para devolver el protagonismo al trabajo artesano de una tierra orgullosa de sus raíces.
Desde entonces, Maite Bustamante y Guillermo Román, mano a mano, han sacado adelante un negocio fruto del legado familiar que dejaron dos tías de la propia Maite, Candelas y Felipa, dos modistas y patronistas que dan nombre a la firma. Ellas no pudieron ver cumplido su sueño, pero esta madre e hijo, decidieron «tirarse a la piscina» para rendir homenaje, no solo a sus dos familiares, sino a la tradición de costura que ha habido en muchos pueblos de La Mancha.
«Nuestra firma nace con la intención de volver a poner en valor la costura manchega, pero con el objetivo de darle un giro, poner todas nuestras técnicas maravillosas al servicio de un diseño moderno y contemporáneo». Estas son las palabras de Guillermo, con quien encastillalamancha.es ha podido charlar para constatar y conocer de cerca lo que se desprende de cada una de sus creaciones.
La alta artesanía manchega a los pies de la moda
Guillermo nos muestra el orgullo que siente por la tradición manchega, algo que traslada en cada diseño, tradición y minimalismo de la mano. Al preguntarle como apreciar esas raíces en sus creaciones, nos confiesa que lo importante está “en lo que no se ve”.
La manera en la que están hechas, las técnicas, costuras o lo que queda dentro de cada vestido, es lo que para este diseñador marca la diferencia de la costura manchega y lo que define a la “alta artesanía”. Este es el concepto con el que dan vida a sus creaciones, son artesanos de primer nivel.
«Lo que hacemos es trasladar nuestro ADN manchego, tanto en las técnicas como en la estética, pero no de manera evidente, lo trasladamos con un lenguaje más moderno». Fieles a ello y tras haber abierto otro taller en pleno centro de Madrid hace casi un año, el fundador y director y creativo de «Candelas y Felipa» tiene claro que «pase lo que pase» su origen es manchego: «Sí o sí vamos a tener a Alcázar como referente y base, nuestro mayor lugar de trabajo».
La apertura en la capital española fue un paso más para que «no solo nos conozcan por El Quijote«. Guillermo admite llevar por bandera venir de «una familia cervantista», pero considera que La Mancha debe ser conocida, además de por el ingenioso hidalgo, por sus artesanos.
«La excelencia artesana no está en lo estético, sino en la esencia»
Muchos de los artesanos están resurgiendo y adaptándose a los nuevos tiempos. Una tradición que «afortunadamente se está recuperando». El modisto manchego cree que las personas están sabiendo valorar este giro de 180 grados, dándole más valor a los productos hechos a mano y no industrializados, porque a su entender, esto es «la grandeza de la artesanía, ser imperfectamente perfecta».
«En lugar de comprarse tres vestidos por temporada por 25 o 50 euros, y que me van a durar una temporada, me voy a comprar uno que me va a costar más que los tres juntos, pero que me va a durar toda la vida porque este hecho de una manera totalmente artesanalmente». En eso consiste para Guillermo la nueva forma de consumo actual.
A la hora de elegir la excelencia artesana, nos recomienda no quedarnos solamente con aspecto visual del producto o con la primera impresión. Conocer cómo trabaja el artesano, su inspiración y procesos, incluso intentar acercarse al taller artesano, porque la excelencia artesana se encuentra «detrás de cada pieza», en las manos de ese artesano que «dedica su vida al completo y lo hace con un cariño extraordinario» para hacer que ese producto llegue a cada consumidor. Ellos son verdaderos “herederos” de una tradición.
Mostrar con “orgullo” y «sin pudor» los productos y revalorizarlos
Guillermo nos explica como desde hace unos años, los que se dedican al mundo de la moda están más convencidos de que hay que destacar por aquello que los haga diferentes. Él cree que si por algo se puede sobresalir en España, es por los «buenísimos artesanos y talleres».
Sin embargo, la artesanía tiene una doble cara, la creencia de que «un artesano tiene que ser barato». El modisto piensa que el artesano tiene que «revalorizar sus productos porque cuestan y valen más de lo que él piensa».
Además, recomienda apostar por abrir canales de venta digitales para «ser totalmente transparentes, mostrar a sus seguidores o potenciales clientes todo sobre como hace sus productos, a la gente le fascine ver como se crean cosas». Hay que «mostrar nuestro trabajo sin ningún tipo de pudor y con todo el orgullo del mundo».
Así entiende Guillermo la artesanía y así es «Candelas y Felipa«. Una firma capaz de acercar el lujo y la tradición de la costura al siglo XXI, diseños con calidad y con la tradición de una gran tierra manchega como es Alcázar de San Juan.
En el especial «Legado Artesano, inconfundible» queremos dar a conocer todo lo que tienes que saber sobre el nuevo sello de calidad, con información útil para diferenciar la buena artesanía que se hace en Castilla-La Mancha y con testimonios de sus «guardianes», los artesanos y artesanas de la región que mantienen viva la llama de unos oficios que son pura esencia castellanomanchega.
Acción patrocinada por: