Cáritas Diocesana ha atendido durante la pasada campaña de temporeros, desarrollado entre julio y octubre, a 972 personas en la provincia de Ciudad Real, cifra que ha disminuido en un 5,2 por ciento con respecto a las del pasado año (1.025), y de ellas sólo 32 han sido españolas.
Durante esta campaña, Cáritas ha organizado dispositivos de atención a estas personas a las que ha acogido y dado respuesta a sus necesidades básicas, tales como alimentación, aseo personal, ropa, calzado o servicio de comedor, en Valdepeñas y Tomelloso.
La organización también ha ofrecido un apoyo en situaciones de abuso, de precariedad de las condiciones de trabajo y de falta de alojamiento, al tiempo que ha informado y asesorado sobre las situaciones planteadas y los recursos locales existentes.
Se han atendido a un 5,2 % menos de personas que el pasado año (1.025) y de ellas sólo 32 han sido españolas, mientras las 940 restantes han sido inmigrantes de 12 nacionalidades diferentes, aunque en su mayoría de Rumanía, Marruecos y Bulgaria.
El número de ayudas se ha mantenido con respecto al pasado año, un total de 8.621 prestaciones, repartidas en 2.287 servicios de comedor en las localidades de Tomelloso y Valdepeñas, 217 de alimentos, 3.889 de ropa y calzado, 109 económicas, 1.219 servicios de ducha, 248 ayudas en kit de higiene y aseo, 70 mantas y otras 582 ayudas entre transporte, farmacia y enseres de cocina y hogar.
Según Cáritas, los voluntarios han seguido detectando en esta campaña situaciones de precariedad entre estos trabajadores, como el habitar viviendas con condiciones de habitabilidad deficiente, con situaciones de hacinamiento o, incluso, en naves abandonadas sin condiciones ningunas de salubridad, además de salarios por debajo del convenio.