Me veo inmersa en un sinfín de sentimientos, recuerdos y emociones vividas tras la despedida de una gran persona muy importante en mi vida, que por suerte fue, es y será mi abuelo. Creo haberle conocido tan bien que en su nombre y en el de mi familia haré oficial su despedida:
«Aquí me encuentro a mis 96 años, es mi última etapa, la más difícil de mi vida pues será mi despedida. Estoy con mi esposa y rodeado de mi familia, algo no marcha bien y comienza mi contrarreloj por la vida.
Estoy muy agradecido por la atención recibida, de un muy competente servicio sanitario y por la asistencia prestada tanto en atención primaria como en los hospitales Virgen del Valle y Virgen de la Salud, gracias a todos ellos por haber conseguido ayudar tanto a mi familia, facilitando mi última escapada a la meta, alcanzando así la paz eterna. Muchas Gracias».
Marta Serrano Alonso.