La prostitución es una manera más de violencia sobre las mujeres que aún sigue teniendo buena consideración social en algunos círculos.
De ahí que sea necesario visibilizar cómo es la vida de las mujeres prostituidas y erradicar esta forma de violencia sobre las mujeres al tiempo que se implementan acciones y programas que las ayudan a salir del pozo.
Un agujero que se ha hecho aún más oscuro y profundo durante la pandemia de COVID.
Sin capacidad de negociación
Entre las mujeres prostituidas hay un perfil dominante. «Mujer pobre, más del 99 por 100 extranjeras, con muchas cargas familiares que de manera `voluntaria´ están siendo prostituidas pero no de manera libre, porque es la única alternativa que tienen para sobrevivir ellas y sus familias. Además, las mueven continuamente de unas ciudades a otras, por lo que no echan raíces ni generan vínculos de empató o amistad para poder pedir ayuda».
Es el perfil que nos da Idoia Ugarte, vicepresidente de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha, que trabaja con estas situaciones para ayudar a las mujeres a salir de ellas.
Muchas mujeres explotadas sexualmente proceden, además, de la trata y carecen de la documentación más básica porque sus proxenetas se quedan sus pasaportes para aprisionarlas también administrativamente.
Volver a ser “libres”
El agravamiento y endurecimiento de sus condiciones de trabajo durante la pandemia, detectado por el Gobierno de Castilla-La Mancha y las ONG, permitió alumbrar un programa destinado específicamente a mujeres en contextos de prostitución y/o víctimas de trata con fines de explotación sexual.
Esta iniciativa, bautizada con el nombre de “Libres”, es un “programa de intervención social dirigido a mujeres en contextos de prostitución y/o víctimas de trata con fines de explotación sexual con el que además de dar una ayuda económica de urgencia, quiere ofrecer una alternativa a estas mujeres, ofreciéndoles la posibilidad de construir una nueva vida lejos de proxenetas, explotadores, mafias… En definitiva, libres”, han explicado desde la Consejería de Igualdad.
Este proyecto, único por ahora en España, surgió esta primavera como consecuencia de la crisis generada por la COVID-19. La pandemia puso al descubierto la gran vulnerabilidad en la que viven las mujeres prostituidas, que después de decretarse el confinamiento se vio agravada porque muchas de ellas fueron abandonadas, encerradas en los clubes, sin comida, sin luz, sin agua…
Una orden de concesión directa de subvenciones por importe de más de 326.000 euros a cinco entidades del Tercer Sector ha permitido poner en marcha un proyecto de intervención social.
Llegar a 600 mujeres prostituidas
“No podíamos abandonar a mujeres en esta situación. Unas veían como crecía su deuda y con ello su dependencia de las redes que las explotan, otras fueron expulsadas de sus lugares de residencia, también se detectaron situaciones de carencia de recursos para atender las necesidades más elementales como la alimentación o la higiene… En los tres primeros meses hemos concedido ayudas de emergencia a 235 mujeres y nuestro objetivo es llegar a 600”, explica la consejera de Igualdad, Blanca Fernández.
Ayudas económicas, información y asesoramiento en materia social, sanitaria, formativa y laboral, promoción de su autonomía favoreciendo redes de apoyo que faciliten su salida de la situación de explotación en la que se encuentran y detectar posibles casos de víctimas de trata y de explotación sexual son las acciones principales de estas intervenciones.
En red con los centros de la mujer del Instituto de la Mujer y los centros de salud, tratan de ayudar a las mujeres a solventar cuestiones tan básicas como abrir una cuenta bancaria, realizar gestiones telemáticas o empadronarse para poder solicitar el Ingreso Mínimo Vital, una de las reivindicaciones, que todas las mujeres prostituidas accedan al IMV para poder salir de ahí.
Manda quien paga
La pandemia, cuenta Idoia Ugrate, las ha dejado en «una situación extrema, con muchísimo miedo, porque la negociación de unas relaciones seguras no siempre es segura, manda quien paga«. Sin más.
Y manda «Por lo que sea: 50 euros ,20… No tienen margen de negociación».
En los meses del estado de alarma «disminuyó el número de “clientes”, pero se ha restablecido». Y «con el cierre de los prostíbulos no tienen ningún ingreso, pero no tenemos información real y sospechamos que en muchos casos han pasado a pisos particulares».
«Ni siquiera podemos saber la incidencia de Covid, por que es todo muy clandestino», describe la vicepresidenta de MDM en CLM. Sí está descrito que las mujeres prostituidas sufren psicológicamente los mismos efectos que las personas sometidas a torturas.
Prostíbulos cerrados
El 21 de agosto, y después de conocerse brotes de COVID-19 en algunos prostíbulos, Castilla-La Mancha fue la primera comunidad autónoma en ordenar el cierre de estos negocios . Después siguieron Cataluña, Navarra, Región Murcia, País Vasco… En el resto permanecen abiertos.
En CLM tuvieron que echar el cierre los 80 o 90 prostíbulos de los que existe constancia, entre el 8 y el 10 por 100 del país, según los datos del último estudio realizado por el Instituto de la Mujer.
«Las mujeres no se compran»
Desde la Consejería de Igualdad se ha puesto en marcha la campaña «Las mujeres no se compran», enmarcada en el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres y Niñas y Niños.
Una apuesta por la contundencia para llegar y remover conciencias, porque hace falta mucha visibilidad pública para que la sociedad no sea cómplice o encubridora de estas situaciones de explotación y violencia que sufren las mujeres.
Las luces de neón de las carreteras no son parte del paisaje, sino rótulos incitando a la violencia, humillación, explotación y maltrato de todo tipo a las mujeres.
«Las mujeres no se compran» es una llamada a quienes paga por sexo, pero también a toda la sociedad.
España, tercer país del mundo con más prostitución
Sin su silencio, España no estaría entre los tres primeros países con más prostitución a nivel mundial, estimándose que al menos un 39 por 10 de varones españoles ha pagado por sexo.
Desde Igualdad tienen claro que abordar el problema implica actuar en varios pilares: legislación. ayudas, campañas de sensibilización, acciones educativas y recursos como el CAVI, Centro de Atención y Valoración Integral.
La campaña contra la trata y la explotación sexual de las mujeres lanzado por el Instituto de la Mujer de CLM trata de concienciar sobre esta situación: