El Gobierno de Castilla-La Mancha va a poner en marcha este próximo mes de noviembre un programa de cribado de ámbito regional para la prevención de la ceguera en pacientes diabéticos.
El Ejecutivo regional ha destinado 2,5 millones de euros a la adquisición de un total de 85 retinógrafos no midiátricos, que han sido distribuidos en otros tantos centros de salud de todas las gerencias del Sescam. Además, se está llevando a cabo un completo programa formativo para los profesionales.
Tal y como ha detallado el director gerente del Sescam, Alberto Jara, en nota de prensa de la Consejería de Sanidad, Castilla-La Mancha ocupa el segundo lugar a nivel nacional en cuanto a prevalencia de discapacidad visual, con una tasa del 3,20 por ciento debido, debido en buena medida a una mayor proporción de población envejecida, a una mayor prevalencia de diabetes y también a un mejor registro de la enfermedad.
En España hay 5,3 millones de personas con diabetes, de las que aproximadamente un 25 por ciento presentan algún tipo de retinopatía diabética.
Se iniciará en Atención Primaria
Con este programa se explorará a los pacientes crónicos en seguimiento con diagnóstico de diabetes mellitus, siendo el médico de familia el encargado de hacer una valoración e interpretación de las retinografías y filtrar aquellas imágenes con sospecha de patología.
Esas imágenes se enviarán al servicio de Oftalmología a través del Gestor de Imagen Digital, que las valorará en una consulta telemática y elaborará un informe con la información clínica pertinente de la existencia o no de afectación retiniana y el plazo aconsejable para la siguiente revisión en el ámbito comunitario.
En el caso de que el paciente presente afectación retiniana que exija una revisión más en profundidad o un tratamiento específico por parte del oftalmólogo, será derivado directamente a la consulta del especialista hospitalario.
El director gerente del Sescam ha resaltado que se trata de un «proyecto transformador, con un liderazgo multiprofesional, un enfoque proactivo en el ámbito comunitario» poniendo el foco en la cronicidad y velando por la continuidad asistencial y por la gestión por procesos.
Todo ello, sustentado en la digitalización y tecnología como palanca de transformación.