Castilla-La Mancha tendrá un verano en general más cálido que la media de la serie histórica 1981-2010, al igual que el resto de España, con temperaturas de entre uno y dos grados más en los meses de julio, agosto y septiembre, según las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)
La delegada de la Aemet en Castilla-La Mancha, Paloma Castro, ha explicado hoy en rueda de prensa que esta previsión se hace a través de un nuevo modelo de aproximación mensual, basado en la predicción por conjuntos (ensemble prediction system,), mediante el que se realizan unas predicciones probabilísticas con una previsión para cada mes.
De acuerdo con estos cálculos, en Albacete en julio y agosto se prevé una anomalía cálida de 1,2 grados, que en septiembre se reducirá a 0,7 grados.
A su vez, en Ciudad Real se espera un verano más cálido con una anomalía de 2 grados en julio, de 1,7 grados en agosto y de 1,3 grados en el mes de septiembre.
En Cuenca, que está situada en una latitud más alta, se espera un verano algo más fresco, con una anomalía cálida de menos de 1,8 grados en julio, 1,5 grados en agosto y un grado en septiembre.
También se espera una anomalía cálida de 1,8 grados en julio y de 1,5 grados en agosto en la provincia de Toledo, aunque en el mes de septiembre será superior, hasta situarse en 1,2 grados.
Guadalajara, a su vez, tendrá una anomalía cálida de 1,9 grados en julio, 1,6 grados en agosto y de 1,1 grados en septiembre.
En cuanto a las precipitaciones, serán escasas como suele ser habitual en el periodo veraniego, y solo serán algo más abundantes en la zona de Molina de Aragón, ha apuntado Castro.
Asimismo, ha dicho que en particular en las ciudades va a llover muy poco, ya que en Toledo se esperan normalmente unos 40 litros por metro cuadrado en junio, julio y agosto, y en Ciudad Real aún menos, ya que se reducirán a 36 litros por metro cuadrado en estos meses.
En Albacete ascenderán a 55 litros por metro cuadrado en julio, agosto y septiembre, mientras que en Cuenca puede haber unas precipitaciones de 71 litros por metros cuadrado en julio, agosto y septiembre.
Por otro lado, Castilla-La Mancha ha tenido una primavera muy cálida, con temperaturas muy superiores a los valores normales en toda la región, en especial en las provincias de Toledo y Cuenca, donde ha sido la más cálida de toda la serie de datos, mientras que en el ámbito de las precipitaciones ha sido seca o muy seca.
Las temperaturas que ha habido en la región en los meses de marzo, abril y mayo han sido muy superiores a los valores normales del periodo de referencia 1981-2010.
[ze_summary text=»La primera quincena del mes de junio ha sido extremadamente cálida en toda la región»]La primera quincena del mes de junio ha sido extremadamente cálida en toda la región[/ze_summary]Ha sido una primavera muy cálida en toda Castilla-La Mancha y extraordinariamente cálida en las provincias de Toledo y de Cuenca, en las que ha sido la más cálida de toda la serie de datos, ha señalado Castro, que ha añadido que la temperatura más alta se registró en Toledo el 25 de mayo, con 39 grados centígrados, y la más baja en Beteta (Cuenca) el 24 de marzo, con 5 grados bajo cero.
En la provincia de Toledo la temperatura media durante la primavera se ha situado en 16,5 grados centígrados, más de dos por encima del valor normal en la serie histórica, de 14,2 grados, mientras que en Cuenca ha sido de 13,9 grados centígrados, en tanto que en la serie histórica es de 11,3 grados.
La provincia de Ciudad Real también ha tenido una temperatura media elevada en los meses de marzo, abril y mayo, de 16 grados centígrados, aunque más cercana al valor normal del periodo de referencia, que es de 14,1 grados.
A su vez, en la provincia de Albacete la temperatura media de la primavera ha sido de 14,3 grados centígrados, superior a la del periodo de referencia de 12,6 grados, en tanto que en Molina de Aragón ha sido de 11 grados, también superior a los 9,2 grados medios del periodo 1981-2010.
En cuanto a las precipitaciones registradas en los meses de marzo y mayo, la primavera ha sido muy seca en Toledo y en Cuenca; entre seca y muy seca en Molina de Aragón, y seca en Ciudad Real y en Albacete, con valores de precipitación en todos los casos por debajo de la media del periodo de referencia.
La provincia de Cuenca es en la que escasez de las precipitaciones ha sido más significativa, ya que entre marzo y mayo se han recogido 70,7 litros por metro cuadrado, cuando en el periodo de referencia 1981-2010 la media fue de 144,3 litros por metro cuadrado.
A su vez, en Toledo las precipitaciones han sido de 42 litros por metro cuadrado, frente a los 108,3 litros por metro cuadrado del periodo de referencia, mientras que en Molina de Aragón se han situado en 95 litros por metro cuadrado, frente la media de 1981 a 2010, que fue de 143,7 litros por metro cuadrado.
En Albacete se han registrado durante la primavera 92 litros por metro cuadrado, que se acerca más que el resto valor normal del periodo de referencia de 110 litros por metro cuadrado
De acuerdo con el índice de precipitación que utiliza la Aemet, en los últimos seis meses se han registrado niveles bajos de precipitación (sequía) en zonas en las que es más llamativo, como el norte de la Serranía de Cuenca y las Parameras de Molina.
Estos niveles bajos se extienden al resto de la provincia de Cuenca y a Toledo, así como a Ciudad Real y al norte de Albacete, mientras que el sur de Albacete ha sido incluso húmedo, porque ha estado afectado por los temporales de Levante.
Por otra parte, Castro ha indicado que la primera quincena del mes de junio ha sido extremadamente cálida en toda la región, en la que ha habido efemérides como los 39,7 grados registrados en el observatorio de Albacete, los 38,1 grados de Cuenca o los 23,5 grados de mínima de Almagro (Ciudad Real).
Y a partir del 15 de junio se declaró oficialmente la ola de calor, en la que Toledo tuvo 41,2 grados el 17 y 18 de junio.