El fin de la calima ha llegado. El polvo en suspensión que ha dejado a su paso cielos anaranjados y polvo en las calles se va retirando de España al mismo paso que lo hace la borrasca «Celia».
La calima irrumpió el martes en la península de una forma arrolladora y alcanzó cotas muy altas de partículas de polvo en el aire, las llamadas PM10. El aire se enturbió hasta alcanzar niveles muy altos, en proporción de partículas PM10 en suspensión, alcanzando los 600 microgramos por metro cúbico. En los próximos días, el polvo se reduce de manera considerable, según ha confirmado Paloma Castro Lobera, delegada de la Aemet en CLM.
Cielos rojizos y polvo en suspensión, ¿cuáles son las causas y cómo afecta a CLM?
Entre hoy y mañana, los niveles de aire vuelven a la normalidad
Hoy, jueves 17 de marzo, el índice de calidad del aire del Ministerio de Transición Ecológica, el ICA, marca niveles que oscilan entre los 100 microgramos de PM10, el doble de lo que es considerado como «normal», que son 50 microgramos. La tasa de normalidad la alcanzaremos en Castilla-La Mancha a partir de mañana, cuando el polvo arrastrado por «Celia» desaparecerá de la península.
Además, la delegada de la Aemet en CLM, también ha explicado que el origen de la calima no es el Sáhara, algo que se pensaba cuando entró en la península. «El polvo provenía de Nigeria, más al sur», ha explicado Castro, que también ha querido recalcar una frase más importante de lo que pueda parecer: «El aire no tiene fronteras».