Cecam Ceoe-Cepyme Castilla-La Mancha no comparte la convocatoria de huelga general realizada por las centrales sindicales para el próximo día 29 de marzo, ya que iniciativas como ésta «únicamente traerán como consecuencia una paralización de la actividad económica, con los perjuicios que ello ocasionará para las pymes y el conjunto de la sociedad de nuestra región. Precisamente en una situación tan complicada en lo económico como es la actual, este tipo de actuaciones suponen la peor decisión posible», indica la organización en nota de prensa.
Añade que, en estos momentos, lo importante es trabajar en positivo para salir de esta situación. Por este motivo, esta resulta ser una huelga «inútil», «porque lo que se necesita es trabajar, como ya se está haciendo, para poner en marcha aquéllas medidas que permitan la recuperación de nuestra economía y la creación de empleo, como es la reforma laboral, que nos equipara a la mayoría de los países europeos y responde a los retos de nuestro país en el siglo XXI».
Considera que la reforma laboral dotará de mayor dinamismo a la economía, más contrataciones y una flexibilidad que permitirá a las pequeñas y medianas empresas ser más fuertes y competitivas. Frente a esto, la huelga general intenta «perjudicar» el derecho al trabajo, «impidiendo que la población pueda acudir a cumplir con sus responsabilidades y tareas profesionales».
Para Cecam Ceoe-Cepyme la huelga general intenta frenar la necesaria recuperación económica, asfixiando más aún no solo a los trabajadores sino también a los pequeños empresarios, que son los únicos capaces de crear empleo.
La organización empresarial insiste en la necesidad de garantizar el derecho al trabajo y la seguridad de las personas y de las instalaciones y bienes de las empresas.
«Como ya ocurrió en la anterior huelga general, Cecam y sus organizaciones empresariales integradas, estarán vigilantes para garantizar los derechos de los trabajadores durante esta jornada de huelga y la libertad de los empresarios a tener abiertos sus negocios».
«Las relaciones laborales han cambiado e inician ahora una nueva era, que favorecerá los intereses de todos y traerá como consecuencia la recuperación de nuestras empresas y evitarán por tanto que se siga destruyendo empleo. Y más adelante, en un marco de recuperación económica, la reforma será además un estímulo para nuevas contrataciones».