Hijos y nietos de fusilados durante la posguerra han apelado a la tolerancia y la reconciliación en el cementerio de Cuenca, donde se encuentra el único espacio dedicado a las víctimas del franquismo autorizado por un alcalde del PP en el año 2009. Coincidiendo con el aniversario de la proclamación de la II República en 1931, centenares de personas de toda España y Francia han depositado flores y mensajes en el osario del cementerio, presidido por una placa con los nombres y fecha de la muerte de 495 represaliados en la provincia de Cuenca.
Al homenaje han asistido parientes procedentes de Francia, Castilla-La Mancha, y también de otras comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, País Vasco, Asturias y Castilla y León.
Se trata de víctimas que murieron fusiladas o violentadas entre 1939 y mediados de los años cuarenta procedentes de más de 120 pueblos de la provincia.
Es el caso de Valentín Martínez Gómez, de Cañizares (Cuenca), que fue fusilado en 1940, después de que le hubiera sido conmutada la pena de muerte por cadena perpetua.
Para el hijo de Valentín Martínez, también llamado así y que se exilió de joven a Francia y allí ha continuado residiendo, el acto es «un homenaje de amor, de tolerancia y de reconciliación».
«No tenemos ninguna clase de rencor contra nadie», ha contado a Efe, y ha asegurado que ello incluye a los familiares de los que mataron a su padre: «Al contrario, nos llevamos como debe ser».
El hijo de este represaliado ha asegurado que el 14 de abril es el día más feliz de sus vidas ya que «hoy, una página se pasa, hoy una herida se cierra».
Así lo ha expresado también el valenciano Eduardo Benetó, quien llevaba buscando a su padre, vecino de Villanueva de Castellón, desde 1980 y supo en agosto de 2011 que sus restos se encontraban en el osario de Cuenca.
«Me siento muy bien, porque nunca he llorado a mi padre. Nunca lo conocí. Pero desde que sé que está aquí, a la mínima ya estoy llorando», ha confesado entre lágrimas a sus 74 años de edad.
En un manifiesto elaborado por el periodista Paco Auñón se ha resaltado la importancia del espacio digno que se les da a los muertos y que sus familiares al fin puedan llevar flores a una tumba.
En el acto ha sido leída una carta de la Asociación para el Recuerdo en el Exilio Republicano en Francia en la que se ha agradecido el trabajo de recuperación de la memoria histórica realizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Cuenca, impulsora de este homenaje junto a los familiares de las víctimas.
El presidente de la ARMH de Cuenca, Máximo Molina, ha considerado, en declaraciones a Efe, que la muestra más importante de normalidad democrática y lo que distingue el caso de Cuenca respecto del resto de cementerios de España es que las obras del osario fueran autorizadas por un alcalde del PP, Francisco Pulido, en 2009.
A ello se suma que fueran continuadas y finalizadas en 2011 con el mandato del socialista Juan Ávila y que en el acto hayan estado representados todos los partidos políticos de izquierdas, los sindicatos y también la asociación La Gavilla Verde.