Ciudad Real, una provincia rica en historia y cultura, alberga en sus museos una impresionante colección de piezas únicas que reflejan el legado de sus antepasados. Desde Encastillalamancha.es te invitamos a conocer, a través de la serie ‘Tesoros de Castilla-La Mancha’, los diez tesoros excepcionales que solo podrás encontrar en los museos de Ciudad Real.
Desde herramientas prehistóricas hasta arte contemporáneo, cada pieza tiene una historia espectacular, ofreciendo a los visitantes una ventana al pasado y un camino hacia nuestra identidad cultural. Acompáñanos en este recorrido por los museos de Ciudad Real, donde el arte y la historia se encuentran para deleitar y educar a visitantes de todas las edades.
Anancus Arvernensis. Museo de Ciudad Real
Este ejemplar de Anancus Arvernensis procede del yacimiento de Las Higueruelas (Alcolea de Calatrava). Yacimiento que fue descubierto en 1935 y en el que se han hallado restos de animales prehistóricos como mastodonte (Anancus Arvernensis), équidos (Hipparion rocinantes), gacelas (Gazella) o cérvidos. Abundan los restos de gran tamaño como cráneos, mandíbulas, colmillos y huesos largos de mastodontes.
Sin duda el ejemplar más espectacular es el mastodonte, que está reconstruido con restos de varios individuos. Los Anancus arvernensis tienen la cabeza corta y verticalizada y una altura en cruz de unos 3 metros, siendo su silueta parecida a la de los elefantes actuales.
En Las Higueruelas hubo un grupo numeroso de mastodontes. Por las piezas dentarias sabemos que la mayoría eran individuos adultos y viejos. También hay algunos dientes infantiles, pero de éstos no se han encontrado huesos. Es muy posible que fueran comidos por carnívoros o carroñeros.
Esta especie es el último representante de los mastodontes que se extinguió poco después de la llegada a Europa, hace 2,6-2,7 millones de años, de los elefantes primitivos, pertenecientes a Mammuthus meridionales.
Las Meninas (1971). Equipo Crónica. Convento de la Merced Museo de Ciudad Real
En el contexto artístico de las denominadas Segundas Vanguardias (1945-1970), surge colectivos como el denominado Equipo Crónica, un grupo artístico fundado en 1965 en Valencia, y compuesto por Manolo Valdés, Rafael Solbes y Juan Antonio Toledo. A veces englobados en el denominado Pop-art, estaban más interesados en la dimensión política y social del arte: crear nuevas obras de arte con un marcado carácter crítico, realizando con sus trabajos, una relectura de la historia del arte. Destacan sus composiciones en las que Las Meninas de Velázquez, cobran especial protagonismo, parodiando además a otros artistas como Mondrian o Picasso. El Museo de la Merced conserva una de estas obras icónicas, formada por 6 figuras realizadas en pasta de papel.
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La Cuadrilla (1978), de Cristina García Rodero. Convento de la Merced Museo de Ciudad Real
La cuadrilla (1978), es una foto realizada por Cristina García Rodero, fotógrafa de Puertollano, reconocida mundialmente por sus trabajos sobre las costumbres, tradiciones y creencias, principalmente en España, pero también en toda el área mediterránea. Entre sus distinciones destacan el Premio Nacional de Fotografía en 1996, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2005 y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2014. Asimismo, es doctora honoris causa por la UCLM en 2018. Este mismo año ha recibido el premio Ortega y Gasset por su trayectoria. Fue además la primera fotógrafa española que entró a formar parte de la Agencia Magnum, recientemente galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2024.
La obra está incluida en su libro titulado España oculta, publicado en 1989 tras 15 años de trabajo, y ganador entre otros, del Premio al libro del año en el Festival de Fotografía de Arlés y el premio de la Fundación Eugene Smith de Nueva York. En el Museo de Ciudad Real se conserva una de las copias realizada en Gelatinobromuro de plata sobre papel y como curiosidad, es la imagen en la que se inspiró Pablo Berger para escribir y dirigir Blancanieves.
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Flauta de Alarcos. Museo de Ciudad Real
Flauta de época almohade (1195-1212) realizada con el hueso de la ulna (cúbito) del ala de buitre negro. Fue hallada durante una de las campañas arqueológicas en el castillo de Alarcos (Ciudad Real). Desde el Paleolítico, el ser humano ha empleado huesos de animales para la fabricación de instrumentos musicales. En el caso de la cultura andalusí, las tipologías son numerosas y variadas aunque escasas, ya que suelen estar fabricadas con materiales poco perdurables como tejidos de animales, fibras vegetales o madera.
Destaca su excelente estado de conservación, con seis orificios en su frente y sus diversas aberturas que nos hacen imaginar su melodía y ponerlo en conexión con la herencia del patrimonio sonoro andalusí, y que a día de hoy nos sigue entusiasmando. Como curiosidad, el músico medievalista Eduardo Paniagua reprodujo la flauta y ha publicado dos discos titulados La batalla de Alarcos 119 y La flauta de Alarcos, del que destacamos una nana andalusí e interpretada con este dulce instrumento.
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Ataifor de Alarcos. Museo de Ciudad Real
Ataifor con vidriado en verde manganeso procedente del Cerro de Alarcos. Está fechado en el periodo almohade (1195-1212) y se encuentra en el Museo de Ciudad Real.
Presenta un motivo decorativo con una gran carga simbólica en la que la parte central muestra un antebrazo y la palma de la mano derecha con una especie de anillo en el dedo meñique, profusamente decorado. A ambos lados del antebrazo y mirando la palma de la mano, se disponen dos palomas trazadas simétricamente.
Estos motivos decorativos intentan reflejar la sumisión de los creyentes hacia Allah, representado, dentro de la bóveda celeste, por Su antebrazo y Su mano. La presencia del anillo en Su dedo meñique alude al juramento de fidelidad y alianza que les une a los creyentes. Las dos aves reflejan el fervor de la comunidad islámica hacia Allah.
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Retrato de Carlos Vázquez. Convento de la Merced Museo de Ciudad Real
Sobre un fondo oscuro aparece el busto de perfil del pintor ciudadrealeño Carlos Vázquez, amigo íntimo de Joaquín Sorolla que fue su padrino de boda y quien le regaló con tal motivo este retrato. Pintado en la línea de la Escuela Barroca Española, destacan en la obra los brillantes toques de blanco en el cuello de la camisa, pero, sobre todo, el rostro pintado en tonos ocres y definido por las pinceladas rápidas e intensas.
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Tarro vidriado de Calatrava La Vieja. Museo de Ciudad Real
Tarro de pequeño tamaño de forma cilíndrica al que le falta la parte superior y el remate del borde. Procede del Castillo de Calatrava la Vieja (Carrión de Calatrava) y está fechado en el periodo almohade (1195-1212). Se encuentra en el Museo de Ciudad Real.
En el interior está vidriado de blanco y en el exterior se desarrolla un motivo ornamental en “reflejo dorado” de tonos muy rojizos y sobre fondo de ataurique, una leyenda en árabe cúfico que va repitiendo “El bienestar”.
Este ejemplar es un antecedente medieval del posterior tarro de botica o farmacia, conocido como albarelo. Se destinaba a almacenar productos y preparaciones que no fueran líquidos y se guardaban en estanterías.
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Tinaja a torno con decoración estampillada. Museo de Ciudad Real
Gran tinaja que presenta decoración estampillada, en parte bajo una cubierta vítrea. Procede del Cerro de Alarcos; está fechada en el periodo almohade (1195-1212) y se encuentra en el Museo de Ciudad Real.
Tiene cuerpo ovoide, cuello alto que remata en un borde plano y base estrecha y plana. Presenta dos asas de aletas rematadas en sendas figuritas zoomorfas, que facilitaban su movimiento lateral.
Está decorada en toda su superficie exterior con diferentes motivos estampillados repartidos en 12 bandas horizontales y paralelas. En la mitad inferior presenta decoración con líneas incisas.
Estos recipientes servían para almacenar el agua en las casas, a la vez que actuaban como grandes filtros depuradores, aprovechando las propiedades físicas de la arcilla. El agua filtrada quedaría recogida en los reposaderos de donde, a través de un pequeño pitorro, vertería a piletas o a otros recipientes, como jarritas.
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Comienzo amarillo. Convento de la Merced Museo de Ciudad Real
La obra de José Guerrero está estrechamente relacionada con el panorama artístico internacional y, más concretamente, con el Expresionismo Abstracto norteamericano. Las masas cromáticas se extienden por toda la superficie del lienzo, revelando una voluntad de aproximación a la pintura gestual. En esta composición, el amarillo presenta un dominio preferencial sobre el lienzo. Junto a él, el rojo, el blanco y el negro, de forma que éste último, a modo de enorme pincelada, rompe la homogeneidad del color dominante.
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Sin título. Convento de la Merced Museo de Ciudad Real
La escultura de Chillida trata sobre los espacios y los vacíos, la masa y los volúmenes, las texturas y la luz. En su obra se refleja la influencia de la arquitectura, carrera que cursó brevemente en 1943. Tras sus contactos con las obras de Picasso y Brancussi, y la escultura griega, sus creaciones se transforman y poco a poco va diversificando los materiales que emplea, entre los que se encuentran la madera, el alabastro, el hormigón o el acero. El lenguaje que utiliza deja de ser figurativo para dar paso a la abstracción.
En el portal de Cultura de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha hay información actualizada sobre los museos, parques arqueológicos y yacimientos, así como agenda cultural actualizada con datos muy interesantes para el visitante o el vecino. Un buen plan para cualquier puente o fin de semana.