La Fiscalía de Ciudad Real pide 12 años y 6 meses de cárcel para el librero jubilado que acabó con la vida de otro hombre cuando entró de noche en su vivienda, ubicada en una zona residencial del parque forestal «La Atalaya».
Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Efe, al acusado se le considera culpable de un delito de homicidio. El juicio contra el acusado, que se celebrará por tribunal de jurado, queda pendiente de fecha, que será fijada por la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
Así sucedieron los hechos: disparó ante el temor de ser víctima de un robo
La fiscalía mantiene que sobre las 2:00 horas de la madrugada del día 1 de agosto, día que se celebraba la fiesta de La Pandorga en Ciudad Real, el acusado se despertó sobresaltado al escuchar ruido en el interior de su parcela.
En ese momento, se encontraba durmiendo en su habitación, donde guardaba dos escopetas paralelas, un rifle, dos escopetas de un cañón y diversa munición, armas de fuego que estaban en perfectas condiciones de uso y funcionamiento y tenían en regla sus permisos legales y guías de pertenencia.
Acto seguido, portando una de esas escopetas, cargada con dos cartuchos, y ante el temor de que pudiera estar siendo víctima de un robo, salió del interior de su vivienda en dirección al corralón existente en el exterior de la finca.
Nada más salir, desde la puerta de su vivienda pudo observar a una distancia de 15 metros a una persona que se encontraba, en las inmediaciones del cuarto de herramientas situado junto a la entrada de la casa, que portaba una motosierra apagada, que previamente había cogido del interior del cuarto de aperos y herramientas con la intención de sustraerla.
De inmediato, el acusado se dirigió directamente hacia ese lugar, apuntando en todo momento con la escopeta en esa dirección, de modo que cuando se encontraba a escasa distancia de 5 metros, con ánimo de acabar con la vida de la persona que había entrado a robar, sin previo aviso, efectuó un disparo de frente que impactó en la cara anterior del tórax de la víctima a la altura del hombro, ocasionándole heridas mortales.
Cuando se encontraba a escasos 4 metros de la víctima, el acusado efectuó un segundo disparo por la espalda que impactó en la cara posterior del tórax ocasionándole también heridas mortales.
Después, regresó al interior de su habitación y cargando de nuevo la escopeta con otros dos cartuchos más, se dirigió al lugar donde ya yacía el cuerpo sin vida, efectuando un tercer disparo en la misma dirección sin que constará resultado lesivo.
La Fiscalía mantiene que el hombre que entró a robar en la casa del librero falleció como consecuencia de los dos disparos que recibió en zonas vitales.