14 años han pasado ya desde que la antigua Casa de la Cultura de Ciudad Real cerrara sus puertas a cal y canto, cayendo en un estado de abandono que no solo ha dejado huella en su estructura, sino también en el sentimiento de muchos ciudadrealeños. Este edificio, diseñado por el arquitecto y urbanista Miguel Fisac (Daimiel, 1913), es símbolo de la modernidad y la apertura cultural que marcó una época en la ciudad.
Concebido en la década de los 50 para albergar en su interior una biblioteca, además de un salón de actos y un espacio dedicado a exposiciones, la Casa de la Cultura, ubicada en un lugar privilegiado de Ciudad Real –los Jardines del Prado– refleja el carácter visionario de Fisac, sabiendo conjugar la arquitectura tradicional manchega con las corrientes arquitectónicas racionalistas de la época.
Su fachada longitudinal, con un frente acristalado de 32 metros, se erige como un ejemplo de modernidad, mientras que su interior destaca por las formas curvadas y un diseño que fomentaba la interacción cultural.
Según publica el arquitecto ciudadrealeño Diego Peris en la web de la Fundación Fisac, el edificio consta de tres plantas. Una baja con áreas de tertulia y una biblioteca infantil, una primera planta con despachos y zonas diáfanas, y un sótano destinado a exposiciones. Elementos icónicos como su escalera circular y central o el salón de actos con capacidad para cien personas y un avanzado aislamiento acústico, lo convirtieron en un referente de la arquitectura cultural de su tiempo.
Durante décadas, la Casa de la Cultura fue epicentro de actividades culturales en Ciudad Real. Sin embargo, el traslado de la biblioteca a la Biblioteca Pública del Estado al Parque de Gasset en 2010, y una serie de reformas poco acertadas previas a este traslado marcaron el inicio de su declive. Desde su cierre en 2010, el edificio ha sufrido un progresivo deterioro, a pesar de su privilegiada ubicación y su enorme potencial para nuevos usos.
Varios intentos fallidos para su rehabilitación
Desde su cierre, han sido varios los intentos de rehabilitar la Casa de la Cultura por parte de los diferentes equipos de Gobierno que han pasado por el Ayuntamiento de Ciudad Real, pero ninguno ha logrado materializarse hasta ahora.
El actual equipo de Gobierno, liderado por Francisco Cañizares, ha puesto su empeño en revertir el estado de abandono que vive este inmueble, en pleno centro de la capital, con la adjudicación de las obras de rehabilitación de la obra de Fisac en Ciudad Real.
La rehabilitación de la Casa de la Cultura, que supondrá una inversión de dos millones de euros, busca no solo preservar el legado de Miguel Fisac y el escaso patrimonio arquitectónico que mantiene la ciudad, sino también adaptarlo a las necesidades culturales actuales, además de recuperar espacios para el fomento de la cultura y la participación.
Fisac podría tener aquí su espacio
Aunque aún no está definido su uso, al menos públicamente, el inmueble tiene muchas papeletas para albergar la sede de la Fundación Fisac, un planteamiento que ya se barajó en el pasado, así como un espacio dedicado a poner en valor la obra del arquitecto manchego.
Desde la propia Fundación, que actualmente tiene su sede en el Colegio Oficial de Arquitectos de Ciudad Real, se propuso asumir los costes de redacción del proyecto de adecuación y la dirección de las obras a cambio de disponer de un espacio en la Casa de la Cultura. Un acuerdo no llegó a materializarse debido a las objeciones de la Dirección General de Patrimonio del Estado, propietaria del edificio.
A pesar de ello, la posibilidad de que la Fundación Fisac encuentre su lugar en este emblemático edificio sigue siendo una opción muy valorada por expertos, entidades culturales y por el propio alcalde, que en más de una ocasión se ha referido a que la obra de Fisac y su Fundación tengan en este lugar su espacio.
La incorporación de la Fundación Fisac al programa de usos del edificio sería una oportunidad única para poner en valor el legado del arquitecto daimieleño, cuyo trabajo es un referente de la arquitectura contemporánea española.