La macrofiesta que comenzó la noche del 31 de diciembre en las inmediaciones del aeropuerto de Ciudad Real y ha logrado congregar a 5.000 asistentes continúa activa tras casi 70 horas de música ininterrumpida.
El evento ha transformado la zona en una especie de ciudad improvisada y levantada en tiempo récord, con bares para la venta de bebidas, puestos de comida y ‘food trucks’ que abastecen a los asistentes, además de varios escenarios con una amplia variedad de música electrónica que suena de forma continua.
La rave, que lleva el nombre de ‘Big Fucking Party 2025’, amenaza con mantenerse activa hasta, como mínimo, el día 6 de enero, como ya ha ocurrido en las dos anteriores ediciones de esta macrofiesta, que ya se ha celebrado en La Peza (Granada) y en la localidad murciana de Fuente Álamo.
Fuerte dispositivo de seguridad
El dispositivo de seguridad, conformado por 170 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, sigue operativo para garantizar que el evento transcurra con la mayor normalidad posible.
Para reforzar la seguridad, se mantiene desplegada una unidad de la Unidad de Intervención Policial (UIP) llegada desde Madrid, junto con efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Toledo.
Las labores de vigilancia se están centrando en mantener la seguridad y evitar altercados, así como supervisar las entradas y salidas a este recinto improvisado, donde hay estacionados más de 1.500 vehículos, principalmente furgonetas camperizadas y autocaravanas.
Solo una detención
Hasta el momento, solo se ha producido una detención de un varón sobre el que pesaba una orden de detención por un delito de tráfico de drogas y que fue interceptado por los agentes de la Policía Nacional cuando se disponía a entrar al espacio en el que se desarrolla la rave.
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