El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro ha cerrado su edición número 46 con 55.799 asistentes en una de las ediciones con la mirada más «expandida, femenina y cómplice» con el público. El evento convierte cada año a Almagro en el epicentro del teatro español y este año se ha desarrollado entre el 29 de junio y el 23 de julio celebrando 102 funciones.
Irene Pardo se ha estrenado como nueva directora del festival y ha hecho balance en rueda de prensa de toda la vorágine de 25 intensas jornadas de teatro pero también de gastronomía, danza, circo, música o literatura. La directora ha agradecido la «implicación activa» tanto de administraciones como de «unos públicos sensibles» que han llenado las 102 funciones programadas.
La nueva directora del evento ha destacado la presencia femenina como uno de los ejes vertebradores del festival, ya que la mirada transversal ha atravesado toda la programación. 43 compañías de países como Francia, Países Bajos, Perú, Reino Unido y España se han subido a las tablas de Almagro con 44 espectáculos distintos. El sello de Castilla-La Mancha se ha dejado ver con siete compañías en la programación.
La directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Irene Pardo, hace balance de la 46.ª edición. EFE/Jesús Monroy.
Datos de asistencia al Festival de Almagro
En total, las más de un centenar de funciones han recibido a 31.043 personas, de las cuales 25.575 han asistido a espectáculos de pago y otras 5.468 que acudieron a funciones gratuitas, celebradas tanto en salas como en la calle.
Más de la mitad de las funciones, un 52%, ha alcanzado más de un 90% de ocupación. La ocupación media de los espectáculos fue del 75,5 %. Unos datos que han permitido que los ingresos por venta directa de entradas hayan aumentado un 8% en esta edición y han alcanzado la cifra de 492.511,75 euros. Además, otras 17.261 personas han disfrutado de exposiciones y 1.923 han asistido a los homenajes o a los ensayos generales de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC).
El futuro del festival pasa por «expandir el programa de actividades y abrirlo a nuevos espacios, narrativas y estéticas», como ha subrayado Irene Pardo.
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