El patrimonio fotográfico de Manuel Herrera Piña, uno de los fotoperiodistas más destacados de la provincia de Ciudad Real durante el siglo XX, quedará preservado para las generaciones futuras gracias a un acuerdo alcanzado entre sus hijos y la Diputación Provincial que garantiza la conservación de un archivo de incalculable valor histórico y etnográfico, además de asegurar su difusión y puesta en valor como parte esencial de la memoria gráfica de la provincia.
Manuel Herrera Piña, cuya carrera abarcó gran parte del siglo XX, dedicó su vida a capturar momentos clave de la vida social, cultural y política de Ciudad Real. Su obra, que incluye desde retratos de la cotidianidad hasta imágenes de eventos institucionales, se ha convertido en un testimonio visual único de la evolución de la provincia.
Su trabajo ha sido fundamental para documentar la transformación de la provincia a lo largo de las décadas, ofreciendo una mirada íntima y profunda sobre su gente, sus costumbres y sus cambios sociales. La Diputación, que ya ha colaborado con la familia en la edición de libros que recogen parte de su obra, asume ahora la responsabilidad de garantizar que este patrimonio sea accesible al público y se convierta en una herramienta para el conocimiento y la inspiración.
El acuerdo, alcanzado en una reunión entre los hijos de Herrera Piña —Marisa, Manolo y Juancho— y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, junto con el vicepresidente Adrián Fernández, marca un hito en la preservación del legado del fotógrafo. La familia ha confiado en la Diputación como la institución idónea para custodiar y difundir este archivo, convencida de que será la mejor garante de su protección y divulgación.
Exposiciones y publicaciones para dar a conocer su legado
Miguel Ángel Valverde, presidente de la Diputación, ha expresado su satisfacción por el acuerdo, destacando que la institución no solo adquiere un fondo documental de gran valor, sino que también se compromete a promover su reconocimiento y difusión.
«El trabajo de Herrera Piña es una parte esencial de nuestra memoria gráfica, y es nuestra obligación asegurar que sea conocido y valorado por las generaciones futuras», ha señalado Valverde. Además, ha anunciado que se estudiarán diversas iniciativas culturales para dar a conocer este legado, lo que podría incluir exposiciones, publicaciones y proyectos educativos.
Los hijos de Herrera Piña, por su parte, han mostrado su satisfacción por el acuerdo, que permitirá que la obra de su padre trascienda y siga siendo un referente en la documentación visual de Ciudad Real. Han destacado la importancia de que este legado no solo se conserve, sino que también se utilice para enriquecer el conocimiento de la historia local a través de la fotografía.