La transformación del sistema de regadío del embalse de Peñarroya supondrá un antes y un después para los 2.000 agricultores de la comunidad de regantes que se beneficiarán directamente de las obras de modernización que se están ejecutando. La actuación, impulsada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, evitará el bombeo hidráulico en varios sectores y permitirá aprovechar la energía potencial del agua almacenada en el embalse, generando un ahorro estimado del 68% en costes de energía.
Así lo ha anunciado la secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García, durante su visita a las obras junto al vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, y el presidente de la Comunidad de Regantes, Bernabé Ruiz. La clave del proyecto es la conexión directa entre las balsas 1 y 2 con el embalse a través de una gran tubería de 5,3 kilómetros que sustituirá al antiguo canal abierto, reduciendo pérdidas por evaporación y filtraciones, ya que el agua circulará completamente presurizada.
El proyecto forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España y contempla una inversión de 25 millones de euros, dentro de una actuación global de 44 millones que incluye otras cuatro iniciativas de modernización en Castilla-La Mancha. La obra comenzó en junio de 2024 y estará finalizada en diciembre de 2025, cumpliendo con un plazo de ejecución de 18 meses.
Según ha señalado Caballero, el Ejecutivo autonómico no solo colabora con el Gobierno de España en estos proyectos, sino que también ha duplicado su presupuesto regional en este ámbito, alcanzando los 34 millones de euros, por la relevancia estratégica del regadío eficiente en una comunidad donde el sector agroalimentario representa casi el 20% del PIB.
“Estas inversiones tienen un único objetivo: hacer que las explotaciones agrarias sean rentables”, ha subrayado Caballero, quien ha defendido que modernizar el regadío es apostar por el futuro del medio rural, la sostenibilidad y el empleo.
Por su parte, Bernabé Ruiz ha agradecido el respaldo institucional, recordando que esta nueva obra se ha emprendido a pesar de no haber finalizado aún el pago de la anterior, de la que restan por abonar 9,5 millones de euros.
Aun así, la Junta de Gobierno decidió seguir adelante con este nuevo proyecto por su alto impacto en el ahorro energético y la optimización del agua. El presidente ha detallado que, del total de la inversión, el 80% será financiado por el Gobierno de España, mientras que los regantes asumirán el 20% restante, una cantidad que se verá aliviada gracias a una ayuda de 3,4 millones de euros concedida por la Junta de Comunidades.
«Pensamos en un proyecto que conectara directamente todas las balsas con el embalse, aprovechando el desnivel del terreno», ha explicado Ruiz, aunque finalmente se ha ejecutado en una primera fase uniendo las balsas 1 y 2, lo que ya permitirá mejoras sustanciales en sostenibilidad y eficiencia del riego.