El estudio que ha realizado el Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos (Ciemedh), dependiente de la UNED y que ha financiado la Diputación de Ciudad Real, ha revelado este martes que ésta fue la provincia con mayor número de víctimas mortales represaliadas por el franquismo.
En total, ha indicado el presidente de la institución provincial, José Manuel Caballero, un total de 3.887 personas –de las que 85 eran mujeres– fueron asesinadas tras la Guerra Civil por sus ideales, la mayoría de ellos fusilados pero muchos también por el método del garrote vil.
«Es un acto de justicia y dignidad. Para mí es el día más feliz, aún con lágrimas en los ojos, desde que tomé posesión como presidente de la Diputación» porque «han tenido que pasar cuatro décadas para que una institución honre a los hombres y mujeres que defendieron la libertad y resto de valores que hoy conforman nuestra democracia», ha manifestado.
A este respecto, ha recordado que en 1978 los españoles decidieron perdonar y seguir hacia adelante aunque, ha insistido, quienes más lo hicieron fueron las familias de aquellos quienes sufrieron la represión de una dictadura.
«Pero perdonar no significa olvidar, por lo que tenemos el deber de condenar las injusticias que sufrieron, por ello tenemos una deuda de gratitud con ellos y con sus familias. No podemos devolverles la vida pero sí su dignidad, honor y reconocer la ilegitimidad de sus condenas», ha añadido el presidente de la Diputación de Ciudad Real.
La falta de ese reconocimiento y la existencia de la una Ley de la Memoria Histórica vigente ha sido el espaldarazo definitivo que llevó a José Manuel Caballero a apostar firmemente por «dejar de ser espectadores y pasar a la acción, dejando a un lado el partidismo y nuestras propias vivencias personales, para lo que buscamos un equipo científico multidisciplinar serio que fuera más allá de posicionamientos político».
Un equipo que ha verificado que 85 mujeres y 3.802 hombres sufrieron la represión franquista con resultado de muerte, por lo que Caballero se ha comprometido a que desde la Institución provincial no van a faltar recursos para completar estas listas así como para, si lo solicitan las familias y las condiciones de las fosas lo permiten, proceder a las exhumaciones o, en todo caso señalizarlas «igual que otros lugares emblemáticos de la ciudad para que no se pierda la memoria, especialmente entre los más jóvenes».
Y como ha hecho desde que se inició este proyecto, el máximo responsable de la Institución provincial ha defendido que esta iniciativa no va contra nadie, sino que apoya a quienes «defendieron los valores democráticos que son los que han permitido que hoy gobernemos instituciones que mejoran la vida de la gente».
«El mejor cicatrizante es devolver la dignidad a todos los que quisieron arrebatársela» ha indicado José Manuel Caballero, quien ha concluido con un recuerdo especial para todas las familias asistentes pero, sobre todo, a las que murieron esperando que llegara este momento».
Entre las intervenciones se han proyectado algunos testimonios de familiares que no han olvidado en todos estos años y en los que la pregunta más repetida entre quienes perdieron a sus madres, padres, abuelos o hermanos era «¿a ver por qué?, al tiempo que han recordado el sufrimiento del resto de familiares que vieron como les arrebataron a sus seres queridos sin ninguna razón y cómo no tenían más consuelo –y no todo en los casos– que ver sus sepulturas.
Por su parte, el rector de la UNED, Alejandro Tiana, ha hecho hincapié en que este es un trabajo «serio y riguroso, concienzudamente investigado, que supone una contribución importante y significativa en esta labor de dignificación de quienes lo merecen y que como sociedad española debemos llevar todos adelante».