Un año más, los vecinos de la localidad ciudadrealeña de El Robledo volverán a despedir el año con el ya tradicional baño en las gélidas aguas del río Bullaque.
La tradición de despedir el año bañándose en las aguas del Bullaque comenzó en el año 1995, cuando, por primera vez, un grupo de vecinos decidió zambullirse en el río para celebrar que el río volvía a llevar agua tras varios años con su cauce seco. El gesto, inicialmente espontáneo, adquirió rápidamente un significado reivindicativo para llamar la atención sobre la necesidad de garantizar el caudal ecológico y que éste se mantuviera con vida todo el año.
Desde entonces, cada 31 de diciembre, los vecinos de El Robledo y otros municipios de la comarca se sumergen en sus aguas en un día en el que, además de la diversión, se celebra la lucha por la conservación del río.
Jornada doblemente reivindicativa
Aprovechando el tradicional baño de fin de año en el río Bullaque, la Asociación Bullaque Vivo organizará una jornada reivindicativa contra la ampliación de una macrogranja porcina en el municipio de Retuerta del Bullaque y a la construcción de una nueva macrogranja en El Robledo.
Los pueblos del entorno del río Bullaque protestan por la instalación de dos macrogranjas porcinas
La ampliación de la granja de Retuerta supondría pasar de 2.000 a 7.200 cerdos, con un emplazamiento cercano al río Bullaque y al embalse de Torre de Abraham. «El riesgo de contaminación de las aguas y el daño a los ecosistemas son evidentes», ha señalado.
Por otro lado, el proyecto de instalación en El Robledo contempla una capacidad para 4.000 cerdos y está a la espera de que la empresa presente un nuevo Estudio de Impacto Ambiental.