El número de monjas de clausura en la provincia de Ciudad Real se ha visto reducido en los últimos años a sólo 134, lo que ha obligado al cierre de algún convento, debido al envejecimiento de las religiosas que ha motivado su traslado a otros conventos donde pudieran estar mejor cuidadas y al descenso de nuevas vocaciones entre los jóvenes durante los últimos años.
Así se desprende de los datos facilitados a Europa Press por el Obispado de Ciudad Real coincidiendo con la conmemoración, el próximo viernes –coincidiendo con la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor– de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
Según estos mismos datos, actualmente existen en la provincia un total de nueve comunidades masculinas correspondientes a siete congregaciones, mientras que el número de congregaciones femeninas es mayor ya que hay 13 comunidades pertenecientes a 9 congregaciones.
Asimismo en la provincia de Ciudad Real, y por lo que se refiere a las congregaciones de vida activa y sociedad de vida apostólica hay un total de 49 comunidades pertenecientes a 29 congregaciones, de forma que cuentan con alrededor de 295 miembros.
Conventos abandonados
Por su parte, el delegado de Vida Consagrada la Diócesis de Ciudad Real, Miguel Ángel Angora Mazuecos, ha reconocido en una entrevista a Europa Press que la importante crisis de vocaciones que hay ha hecho que en los últimos años queden abandonados conventos que fueron muy importantes como el de las Dominicas de Ciudad Real o el de las Concepcionistas Inmaculadas.
Además, se han marchado congregaciones de vida activa de varios municipios de la provincia de Ciudad Real como las Hijas de la Caridad del Colegio San José de Ciudad Real –que llevaban más de un siglo– o las de Brazatortas, las Teresianas de Puertollano o los Dominicos de Almagro.
Y, aunque no se han cerrado, también quedan monasterios de monjas de clausura con pocas religiosas como las Dominicas de Almagro con cuatro o las Clarisas de Villarrubia de los Ojos con cinco, si bien ahora mismo el monasterio de monjas de clausura más activo de Ciudad Real es el de las Carmelitas en la capital que cuenta con 23 religiosas.
Para Angora Mazuecos, esta realidad no sólo se da en Ciudad Real sino en toda Castilla-La Mancha y en España, algo que, en su opinión personal, cree que está vinculado a la «crisis de hijos». «Antes se tenían 6 ó 7 pero si ahora tengo uno no quiero que se vaya de cura o de monja», ha apuntado.
Finalmente el delegado de Vida Consagrada la Diócesis de Ciudad Real, aprovechando la jornada mundial que se celebra el viernes, ha hecho un llamamiento a los jóvenes para que «intenten conocer esta realidad, porque para discernir hay que conocer».
«Se trata de vocaciones muy bonitas sobre las que existe un gran desconocimiento y es un buen momento para que se acerquen a las comunidades de provincia o la región», ha insistido.