Castilla-La Mancha es la tercera comunidad autónoma, detrás de Navarra y Cataluña, con menor tasa media de mortalidad por infarto agudo de miocardio, con el 7,28% de incidencia, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Cardiología.
El estudio ha sido presentado hoy en Guadalajara por el jefe de servicio de Cardiología del Área Integrada de Guadalajara, Javier Balaguer, quien ha señalado que ese dato es todavía mejor en la provincia de Guadalajara con una tasa del 5,6%.
Por el contrario, la Comunidad Valenciana, País Vasco y Andalucía muestran las mayores cifras de mortalidad inatrahospitalaria por IAM.
Además, el estudio ha revelado que la tasa media de mortalidad intrahospitalaria por infarto agudo de miocardio (IAM) se sitúa en un 7,84%, con más de un 50% de diferencia entre las comunidades autónomas que mayor y menor mortalidad presentan.
Balaguer ha explicado en rueda de prensa que la mortalidad en el infarto está estrechamente relacionada con dos factores: el acceso a la angioplastia primaria y la mejor organización y gestión sanitaria.
Por esta razón, «las comunidades que cuentan con un código infarto obtenemos mejores resultados de supervivencia entre los pacientes».
El jefe del servicio de Cardiología ha subrayado que la coordinación en red sanitaria, como es el caso del Área de Guadalajara, resulta «fundamental» para aumentar la supervivencia tras un infarto agudo de miocardio.
«El intervalo de tiempo que transcurre desde que el paciente lo sufre hasta que se abre la arteria obstruida mediante una angioplastia primaria no debe superar los 90-120 minutos», ha detallado el doctor Balaguer.
La angioplastia primaria, ha explicado, es la técnica más recomendada para el tratamiento del infarto agudo de miocardio «siempre que se realice en las condiciones adecuadas y con rapidez».
Esta práctica trata la obstrucción de la arteria coronaria mediante la aspiración del trombo y la implantación de un stent que resuelve la estrechez subyacente.
En la provincia de Guadalajara, el primer año de la incorporación de la angioplastia primaria, se redujo la mortalidad un 52%, pasando del 12,8 al 6,1%.
En la actualidad, el Hospital de Guadalajara atiende al año a 300 pacientes con síndrome coronario agudo y otros 250-300 pacientes con angina de pecho, es decir, que cerca de 600 pacientes al año son tratados por esta patología.