Asturias, Castilla y León y Galicia fueron las comunidades autónomas con mayor tasa de mortalidad en 2014, según el Instituto Nacional de Estadística, si bien Castilla-La Mancha también se situó por encima de la media nacional.
El Instituto Nacional de Estadística ha hecho pública la estadística «Defunciones según la causa de la muerte», que establece que, en 2014, se produjeron en España 395.830 defunciones, 5.411 más que en el año anterior (1,4 por 100), de las que correspondieron a 201.571 hombres (0,9 por 100 más) y 194.259 a mujeres (1,9 por 100 más).
Las tasas brutas más elevadas de fallecidos por cada 100.000 habitantes en 2014 correspondieron a Principado de Asturias (1.215,5), Castilla y León (1.118,0) y Galicia (1.092,6), mientras que la tasa bruta de fallecidos en Castilla-La Mancha por cada 100.000 habitantes fue de 888,9, si bien la media nacional se quedó en 852,1. Por contra, las tasas más bajas se dieron en las ciudades autónomas de Melilla (576,8) y Ceuta (601,5) y en Comunidad de Madrid (675,3) y Canarias (676,5).
La tasa bruta de mortalidad aumentó en todas las regiones, salvo en la ciudad autónoma de Ceuta donde bajó un 4,3 por 100, seguida de Extremadura con un descenso del 1,8 por 100 y Galicia con el 1,2 por 100. Por su parte, donde más aumentó dicha tasa fue en Cantabria (5,7 por 100), Canarias (4,7 por 100) y en la ciudad autónoma de Melilla (4,7 por 100). Las tasas brutas de mortalidad fueron más elevadas en los territorios envejecidos, ya que normalmente hay más defunciones por el efecto de la estructura de la población por edad. Para corregirlo, se calculan las tasas de mortalidad estandarizadas que representan la mortalidad de la comunidad autónoma si todas tuvieran la misma composición por edad. En este caso, las regiones con las tasas estandarizadas más elevadas fueron las ciudades autónomas de Melilla (819,1) y Ceuta (795,2) y las comunidades autónomas de Andalucía (721,3) y Canarias (687,3).